La pandemia del covid-19 marca la agenda mundial y el fútbol no es ajeno a semejante impacto sin parangón histórico. Ya de por sí la presente pretemporada transcurre por caminos excepcionales que acortan sobre todo los tiempos. El inicio de la nueva liga está previsto para dentro de trece días, siempre que no surjan aplazamientos de última hora debido a la guerra declarada entre la Federación Española de Fútbol (FEF) y LaLiga, y en la que ha mediado el Consejo Superior de Deportes (CSD), que ha fallado de momento a favor de la patronal de clubes.

Al margen de lo que suceda en las altas instancias futbolísticas, el Athletic apura las fechas de cara a ese previsto estreno de la competición y lo hace con diferentes incógnitas en cuanto a la configuración definitiva de su plantilla. Como se conoce, el mercado de verano se alarga hasta el otoño, el 5 de octubre, a causa de esta crisis sanitaria a nivel mundial, lo que amplía de forma llamativa el margen para cerrar entradas y salidas. Estas parecen cada vez más claras para Garitano, que prescindirá de Iago Herrerín, que busca un destino que satisfaga los intereses del club; de Gaizka Larrazabal y Gorka Guruzeta, que se comprometerían con sus futuros clubes con opción de recompra la entidad bilbaina; y a los que se sumarían como mínimo un par de nombres más en próximas semanas.

Otro gallo canta respecto a los posibles refuerzos, donde la opinión del técnico ha ganado peso después de que Rafa Alkorta, director deportivo, avanzara en su última comparecencia que prácticamente descarta maniobrar con cualquier futbolista que tuviera contrato en vigor.

El mensaje que lanzó Garitano el pasado jueves podría cambiar la hoja de ruta marcada por Alkorta y por la misma Junta Directiva que preside Elizegi, que ya valoran los deseos del entrenador, que es el que lidera su proyecto y el que se juega la cabeza en caso de que los resultados no acompañen con el paso de las jornadas. Garitano recalcó que el mercado en el que se mueve el Athletic es muy limitado y los nombres se cuentan con los dedos de una mano. Álex Berenguer, que ejerce en el Torino, y Javi Martínez, en el Bayern del Múnich, son las dos opciones que se analizan en Ibaigane, donde ya se han dado los primeros pasos para intentar la llegada del primero, un extremo versátil que puede jugar en varias posiciones. Al parecer, el Athletic estaría dispuesto a desembolsar ocho millones de euros al Torino, que, a la vez debería reenviar 1,5 millones a Osasuna por esa cláusula que impuso en su día a la entidad italiana.

Pero el tapado podría ser Javi Martínez (Ayegui, 2 de septiembre de 1988). La Junta valora la viabilidad de emprender una operación que ya de antemano asume que no será "nada sencilla", pero que no descarta que llegue a buen puerto en función de qué giro tomen los acontecimientos en este asunto en fechas venideras. El club aprecia el valor deportivo que supondría su contratación, pese a que el miércoles cumple 32 años de edad.

El navarro, que ha conquistado dos Champions y ocho títulos consecutivos de la Bundesliga con el Bayern, entro otros galardones, se plantea su salida del conjunto bávaro, con el que le resta aún una campaña de contrato, y el mismo Karl-Heinz Rummenigge, director general del Bayern, subrayó ayer que "no pondremos pegas a su salida". Rummenigge no adelantó cifras para propiciar su marcha, pero al parecer la habría tasado en diez millones de euros.

El Athletic reconoce que tiene que hacer números, aunque duda de que el Bayern viera con buenos ojos "un regreso sencillo" a Bilbao. Es en este matiz donde cobraría relevancia el papel que podría jugar Javi Martínez, que, según su agencia de representación, solo volvería a LaLiga Santander para jugar en el conjunto rojiblanco. La Junta de Elizegi no está para echar cohetes en el asunto financiero, debido sobre todo al impacto negativo que causa el covid-19. Sin embargo, no renuncia a la posibilidad, por muy pequeña que sea, de fichar a un jugador que aportaría, entiende, más músculo competitivo.