No le falta razón a Diego Simeone cuando incide en la contundencia ofensiva, el factor más determinante en el fútbol y la diferencia este miércoles entre la clasificación para octavos de final de la Liga de Campeones del Atlético de Madrid y la eliminación del Salzburgo, por un gol ocasional de Mario Hermoso y un ejercicio de supervivencia completado por Yannick Carrasco.
El 0-1 fue crucial. En el minuto 39 y con un remate con el hombro. El extremo internacional belga golpeó la falta, tan ensayada el pasado lunes en el entrenamiento y tan valiosa este miércoles. Más allá del 0-1 o unas cuantas acciones de Marcos Llorente, hasta entonces el Atlético no había existido para nada en el ataque.
El lanzamiento del belga ya era medio gol. Con tocarlo un poco lo fue al completo. Fue casi lo único que hizo bien en todo el primer tramo de encuentro el extremo y su equipo, desbordado, casi en todos los lugares, con y sin el balón, hasta entonces ante la irresoluble presión que propulsó al Salzburgo sobre el césped desde el primer instante. El bloque local necesitaba ganar. Y jugó con toda la voracidad. El 0-2, de Carrasco en el 85, fue más que excesivo.
Porque el sufrimiento del Atlético fue tremendo por momentos. Quizá, ni en el peor escenario intuyó todo lo que se le vino encima en la puesta en escena. Nadie dudaba de la potencia con la que iba a surgir el Salzburgo. Pero nadie, tampoco, presuponía la respuesta nula del equipo rojiblanco, zarandeado por una avalancha opresiva. La soportó sin daño. Y ahí empezó a ganar el partido. En los primeros 20 minutos, no hubo ni rastro del Atlético.
La tempestad, que incluyó una agitación desmedida en el propio área, con un Atlético siempre unos segundos por detrás de su rival y del balón, amainó algo a partir del minuto 20, más o menos. Por lo menos se redujo con el 0-1 de Mario Hermoso, aunque Szoboszlai falló inesperadamente el 1-1 ante Oblak en el comienzo del segundo tiempo.
Con la mitad de pegada en ataque de los rojiblancos, el partido habría sido otro. También el desenlace. La diferencia fue la contundencia ofensiva, demostrada una vez más con el bonito 0-2 de Carrasco ya camino del final. El Atlético la tuvo; el Salzburgo no. El Atlético está en octavos de la Champions. Su rival, en la Liga Europa. El sorteo anticipa embrollo para el equipo de Simeone: Liverpool, Juventus, PSG, Chelsea, Dortmund o City asoman ante él.
SALZBURGO Stankovic; Kristensen, Ramalho, Wober, Ulmer; Junuzovic; Mwepu (Sucic, m. 89), Berisha, Szoboszlai; Daka (Okafor, m. 73), Koita (Adeyemi, m. 79).
ATLÉTICO DE MADRID Oblak; Savic, Felipe, Hermoso; Trippier, Marcos Llorente (Lodi, m. 91), Saúl (Herrera, m. 65), Koke, Carrasco (Lemar, m. 89); Joao Félix (Torreira, m. 89), Luis Suárez (Correa, m. 65).
Goles0-1, m. 39: Hermoso. 0-2, m. 86: Carrasco.
Árbitro Anthony Taylor (Inglaterra). Amonestó al entrenador del Atlético de Madrid, Diego Simeone, en el minuto 41, y a los visitantes Mario Hermoso (m. 46) y Stefan Savic (m. 60).
Estadio Red Bull Arena de Salzburgo.