Soriano de nacimiento, navarro de adopción, Javi Martínez Cosín (Soria, 03/06/1993) ha regresado al Izarra para tratar de cambiar el rumbo del cuadro estellés y conseguir la permanencia en la categoría de bronce.

El club no es nuevo para el soriano, que va a compaginar sus labores de primer entrenador con las de su preparador físico en un centro en Pamplona. Javi Martínez ya estuvo en el Izarra hace dos años, con Diego Prendes al frente del equipo albiazul. Martínez reconoce que se enteró del cese de Pablo Álvarez "a través de la prensa" y que cuando Alfonso Canela, presidente de la entidad, le contactó "fue fácil llegar a un acuerdo".

El hecho de conocer la plantilla le sirve al nuevo técnico para saber con qué mimbres cuenta. Además, la entidad navarra ha hecho oficial la cesión de Sebastjan Spahiu, del Guijuelo.

El periodo de adaptación va a "ser menor, pero exigente" con una plantilla "que ya conocía" y a la que ha "seguido bastante durante esta última etapa".

Javi Martínez llega al Izarra "con muchas ganas de empezar, de que llegue el primer partido y de competir estos siete últimos partidos que nos quedan de la primera fase. Estamos con mucha ilusión, y estoy muy contento de formar parte de una plantilla como la del Izarra".

El preparador estellés es consciente de la "situación complicada" por la que atraviesa el equipo, pero "en esta temporada atípica todos los equipos tienen muy buen nivel. Entras en una dinámica positiva y formas parte de los equipos de arriba, y si entras en dinámica negativa pasas a formar parte del grupo de abajo. Hay poco tiempo de cambio, pero estos siete partidos que quedan dan para mucho".

Javi Martínez reconoce que el mensaje en el vestuario ha sido sencillo "porque ellos mismos saben desde unas semanas que cada partido es una final y no hace falta que venga yo o que venga nadie para decirles nada. El vestuario está convencido de que tiene que darlo todo en cada partido y en cada entrenamiento".

El nuevo técnico ya ha comenzado a ponerse al día, una labor para la que ha repasado los últimos partidos del Izarra, "los del Logroñés, el Calahorra también que vendrá luego, vamos cogiendo matices".

Javi Martínez se describe como un entrenador al que le encanta "compartir momentos con el futbolista. El formar parte de un equipo no significa que tenga que ser el jefe de un vestuario. Cada uno tenemos nuestra función, por lo que si los jugadores sacan su mejor nivel y el cuerpo técnico lo mismo, la cosa va a ir bien" menciona un técnico que no tiene un sistema base, y que es capaz de adaptarse a lo que pidan las situaciones.

"El tiempo es corto, no puedes cambiar muchas cosas. Hay matices que varían en función de los rivales, no hay un cambio radical", señala un entrenador que reconoce que el Izarra es un "equipo que venía trabajando bien las últimas semanas, pero no ha tenido suerte con los resultados. El último partido contra el Tarazona es bueno", por lo que "voy a coger matices de ahí y darle pinceladas", añade, destacando parte de la labor del cuerpo técnico anterior, encabezado por Pablo Álvarez, que, a su juicio, deja una buena herencia. "En Tarazona el equipo hace un partido muy completo, pero le penalizan los detalles. El equipo compitió bien y a partir de ahí hay que aportar las pautas para competir mejor todavía", finaliza.