Ainhoa Tirapu (Barañáin, 4/09/1984) presentó el pasado 8 de marzo su candidatura para presidir la primera liga femenina profesional de fútbol. La exportera del Athletic de Bilbao y del Lagunak quiere dar el salto a los despachos en un momento crucial para el fútbol femenino. Este lunes se firmaron los nuevos estatutos que profesionalizaran la liga, una necesidad que lleva años reclamándose. Tirapu todavía no se ha puesto en contacto con los dieciséis clubes para buscar los cuatro avales que oficialicen su candidatura, pero tiene claro la ruta a seguir. Su proyecto cuenta con la estrecha colaboración de Dolores Martelli (directora de fútbol femenino de la Rfef) y con el objetivo de reunir a todas las partes para avanzar en conjunto, como reza su lema: Unidas por el fútbol.

¿Cómo se encuentran en estos primeros pasos de la candidatura?

-Estamos bien. Los tiempos han sido más rápidos de lo que esperábamos. Es verdad que las circunstancias nos han hecho ir así y teníamos claro que queríamos evitar la rumorología al respecto. Este tema lleva alargándose mucho tiempo, los estatutos estaban para presentarse desde que lo dijo Irene Lozano (expresidenta del Consejo Superior de Deportes) el 8 de marzo del año pasado. Todo este tiempo que se han estado negociando, se han estado escuchando rumores sobre las posibles candidaturas. Nosotras decidimos desde el principio que si queríamos presentarnos, teníamos que hacerlo de manera clara. Es por eso que el otro día (8 de marzo) decidimos dar un paso al frente y presentarnos.

"Es un momento de cohesión y de eliminar los palos de las ruedas que ha habido todo este tiempo"

¿La idea de presentar candidatura para presidenta es de antes o después de que anunciaran los estatutos?

-Fue más adelante. Estábamos con nuestros trabajos y recibimos llamadas de algunas personas del mundo del fútbol que nos planteaban la posibilidad de presentarnos. Estuvimos hablando entre nosotras y decidimos dar un paso hacia adelante.

¿Cuáles son los principales puntos de la candidatura?

-Lo más importante es la cohesión y formar una presidencia que elimine los palos de las ruedas que ha habido todo este tiempo. Tenemos un objetivo común y el crecimiento del fútbol femenino va a ser positivo para todos. Queremos aunar fuerzas, sumar entre todos y remar en la misma dirección. Da la sensación de que el fútbol femenino puede explotar, que tiene un futuro muy prometedor, pero no termina de dar el paso. Se corre el riesgo de perder la oportunidad, de dejar pasar la ola y no haberla cogido a tiempo. En ese sentido es crucial que la gente dé un paso adelante y que se sepa que hay que darle un empujón. Es un momento oportuno y se dan una serie de circunstancias que hacen el futuro muy prometedor, pero no podemos estar postergándolo más tiempo.

Va en la línea del lema que tienen: Unidas por el fútbol

-Eso es, un proyecto inclusivo, cohesivo y con vocación de consenso.

¿Ha tenido buena acogida?

-Lo hemos presentado de cara al público para que sea transparente y claro. Son unas elecciones en las que votan dieciséis clubes y son los que tienen que confiar en nosotras. Es trabajo que tenemos que hacer; presentarles nuestro proyecto y convencerles. Podemos hacer una buena tarea por y para los clubes. La rueda tiene que estar girando, ir cogiendo velocidad, y el puntal para que empiece a girar es el impulso de los clubes. Ellos tienen que estar fuertes. Un equipo con buenos ingresos y estabilidad puede empujar por el crecimiento del fútbol femenino. Eso es lo que vamos a buscar. A la larga, si los equipos están fuertes y la liga es potente, todas las implicadas van a salir beneficiadas.

"En los últimos dos años el tema ha estado más parado respecto a la visibilidad del fútbol femenino"

Se necesitan ciertos avales de los equipos para sacar la candidatura adelante.

-Hemos presentado una precandidatura, ya que hasta que no se firmasen los nuevos estatutos no se podía hacer otra cosa. Luego tenemos que ver cómo hay que presentar los avales. Necesitamos el apoyo de cuatro de los dieciséis clubes. Hasta ahora no es una candidatura como tal, es una precandidatura. Somos un grupo que puede hacer un buen trabajo y juntar las fuerzas que ya han trabajado durante mucho tiempo, aprovechar el camino que se ha hecho en los últimos años. El fútbol femenino ha pegado un cambio muy bueno, exponencial durante un tiempo, pero tengo la sensación que en los últimos dos años ha estado un poco más parado en el tema visibilidad. Ahí es donde tenemos que dar el empujón.

¿Qué piensa de los nuevos estatutos?

-Era el paso necesario para seguir estabilizando el crecimiento. Cuando se aprobó el convenio entre las jugadoras teníamos la sensación de que se había dado un paso muy importante. Que la liga sea profesional realmente es un avance considerable, es el que va a dotar a las futbolistas de recursos porque va a entregar a los clubes los recursos. Si consigues una liga con identidad propia, un producto vendible, con aficionado propio y una marca, va a atraer a patrocinadores y televisiones. Eso va a repercutir en la mejora de las condiciones de los clubes y en el de las jugadoras.

¿Cómo gestiona la candidatura junto a Dolores Martelli?

-Trabajamos mano a mano y entendemos que un buen equipo hace un buen trabajo. No hay jerarquías, sí que hay que poner un puesto porque así lo marcan las elecciones. Tenemos una relación muy directa, cada una propone lo que estima oportuno, vamos a la par. Un grupo siempre aporta más que una persona y es el espíritu del fútbol representado en la dirección.

Siempre ha estado muy involucrada en la defensa del fútbol femenino y su visibilidad.

-Cuando algo te importa, tienes que trabajar por ello. Si alguien cree que puedo aportar, estoy encantada en intentarlo. No tengo dudas de que todo lo que tengo lo voy a dar, lo he hecho en otras facetas, desde el otro lado, pero siempre he sido una persona muy implicada. No entro a los sitios si creo que no voy a estar al cien por cien y tanto mi compromiso como el de Dolores no se puede poner en duda.

En el caso de que consiga ser presidenta, ¿dejaría su trabajo en el Athletic de Bilbao?

-Tendría que dejarlo. Si representas a dieciséis clubes no puedes trabajar para uno. No me parecería conveniente, aunque no fuera obligatorio. Mi conciencia no me lo permitiría y se trata de aunar. Cuando quieres reunir a todas las partes, tienes que entenderlas y trabajar por ellas. No puedes estar más centrada en un solo equipo porque no te lleva a ningún lado.

En unas declaraciones, comentaba que "hay que recuperar el tiempo perdido". ¿Qué ha echado de menos estos años?

-Sobre todo la visibilización. Ha costado mucho ver el fútbol femenino y eso ha hecho que los patrocinadores sean más reticentes a entrar. El producto, de alguna manera, se ha difuminado y es más complicado conseguir ingresos. Por eso es importante juntar fuerzas porque todos de la mano es más fácil. El fútbol femenino tiene que conseguir una identidad de marca propia, diferenciada del masculino y generar sus recursos. El aficionado es diferente, más familiar y el nicho de mercado puede ser otro que lo haga más estable y que no dependa de lo que se hace en el masculino.

"No entro a los sitios si creo que no voy a estar al cien por cien, mi compromiso no se puede poner en duda"