me moría por pisar una sidrería y el pasado sábado me tocó el premio. No solo pude echarme un buen chuletón al hombro sino que además la compañía que tuve en aquella mesa central me hizo disfrutar como merecía el lugar. De los 8 comensales solo yo era navarro, aunque había dos navarras más, otra chiquilla era de Cádiz y también dos gaditanos más, además de otro de Valladolid y un vitoriano. No es ningún chiste ni ninguna película de apellidos vascos, aunque lo parezca. Por si les queda la curiosidad es un grupo de amigos y de conocidos que poco a poco se van convirtiendo en buenos amigos. También es cierto que la sidra agranda la amistad, pero no solo bebimos sidra, también hubo gin tonics. Esto sí es un chiste.

A veces jugar al fútbol y meterte en un vestuario nuevo supone sentarte en una mesa donde no conozcas a nadie y seguramente ni ellos te conozcan a ti. Ahora en el mercado de invierno en todas las categorías ha habido mucho baile de jugadores y muchos de ellos han cambiado de equipo y de vida seguramente. Todo es nuevo para ti allí, pero realmente lo único nuevo allí eres tú.

Al Club Deportivo Izarra y concretamente a su primer equipo ha llegado un chico de Tanzania que jugaba en Tenerife. El chico pasa en menos de siete meses de vivir en su casa tanzana, con ese clima tropical, a vivir en Estella en febrero que para que les voy a contar? Si esto les parece poco, pues decirles que los últimos meses los ha pasado en Tenerife, donde además jugaba en Segunda División.

Según me cuentan, en el vestuario le han abierto las puertas de par en par y los jugadores izarristas tratan de que ese cambio tan radical de vida le cueste lo mínimo posible a un chaval de 20 años.

Muchas, muchas y muchísimas veces hemos oído decir o hemos dicho que lo mejor del fútbol son los amigos. Yo lo vuelvo a decir y lo diré cien mil veces más. Lo mejor del fútbol son los amigos y ya pueden ser de Tanzania, de EEUU, de Murugarren o de donde sean? Viva la sidra, los amigos y el fútbol.

El autor es técnico deportivo superior