pamplona - Roger Federer sigue agrandando su leyenda. El tenista de Basilea levantó ayer en Florida su 28º Masters 1.000 para acumular ya un total de 101 títulos en su carrera.

Federer suma además su cuarto entorchado en Miami tras las victorias de 2005, 2006 y 2017. Victoria que fraguó ante un John Isner que no mostró la mejor de sus versiones.

El estadounidense, siempre peligroso en superficies rápidas, no pudo revalidar su título de 2018 y tan solo aguantó el pulsó durante 63 minutos, tiempo que tardó el suizo en deshacerse del gigante de Carolina del Norte.

Especialmente sangrante fue el primer set en el que Federer supo leer a la perfección el servicio de Isner para endosarle un 6-1 en tan solo 25 minutos, con tres roturas de saque en su haber.

La segunda manga estuvo más nivelada, aunque con 5-4 en el electrónico, el de Basilea apretó para forzar un break que le diera el encuentro. Dicho y hecho. Juego, set y partido y otro trofeo a la vitrina.

Durante todo el torneo de Miami se vio a Federer -37 años- muy fresco de piernas. Comenzó algo dubitativo ante Radu Albot (2-1), pero no volvió a perder un set en lo que restó de competición.

Segundo título de la temporada -tras Dubai- para un Federer que se quitó el mal sabor de boca de su derrota en la final de Indian Wells ante Thiem.

La principal incógnita ahora mismo es el rendimiento del tenista de Basilea sobre la tierra batida, ya que lleva tres años sin pisar el polvo de ladrillo.

No obstante, lo que está claro es que para Roger Federer la edad es solo un número y ayer en Miami Gardens, nueva sede del evento, volvió a demostrarlo. - I.M.