Pamplona - Xabier Zarranz y Enara Oronoz arrasaron ayer en la Camille Extreme, convirtiéndose así en los ganadores de la 15ª edición de una exigente prueba en la que los miembros de la Asociación Deportiva Isaba, que se encarga de la organización del evento, quisieron rendir homenaje al último oso de genética pirenaica que da nombre a la carrera -le colocaron el dorsal número 1 en la salida-. Fueron 560 los valientes que se atrevieron con un recorrido de 31,6 kilómetros de distancia y un desnivel positivo de 2.044 metros, mientras que otros 110 optaron por los también exigentes 13 kilómetros y casi 1.000 metros de desnivel positivo de la Cannelle Trail, la hermana pequeña de la Camille de la que salieron triunfadores Sara Ugarte y Julen Olaizola.

El triunfo de Zarranz resultó arrollador. Pese a que durante los primeros 15 kilómetros de la prueba fueron hasta siete los corredores que compartieron la cabeza de la carrera, fue en un pequeño repecho antes de la subida al monte Ezkaurre (2.047 metros) cuando el propio Zarranz desató las hostilidades. Xabier Macías se convirtió en el único en poder seguir su ritmo y juntos coronaron la mítica cima. Eran los dos favoritos y ofrecieron un bonito espectáculo en la cumbre, donde decenas de aficionados les esperaban para transmitirles ánimos y de paso disfrutar del paisaje y de una agradable mañana. Sin embargo, Macías cedió en la bajada. De manera incomprensible comenzó a perder contacto con Zarranz, aunque en meta explicó que a partir de las dos horas y medias de carras se sintió vacío. De esta forma, puso en bandeja el triunfo de su compañero de escapada y resultó tan enorme la pájara que sufrió que terminó la carrera en la décima plaza.

Bien distinta resultó la victoria de Enara Oronoz entre las féminas, que comenzó reservando fuerzas y permitió que las veteranas Izaskun Sanz e Inma Sainz acumularan una ventaja que ella mismo neutralizó en la ascensión a Ezkaurre. Oronoz elevó el ritmo y coronó el monte más alto de la prueba en cabeza, posición que ya no abandonó hasta el final de la carrera.

casi 700 participantes En total fueron 670 los valientes que participaron en la Camille Extreme y en la Cannelle Trail, pruebas en las que sólo se registraron algunas incidencias en forma de contusiones y torceduras de tobillo, amén de alguna deshidratación -se registraron temperaturas que superaron los 30 grados- y de una persona a la que fue necesario realizarle una radiografia. En definitiva, un éxito de participación y organización de una carrera en la que también hubo otro ganador, Ion Sola, el atleta que menos tiempo invirtió en ascender Ezkaurre (35:40) y que fue el triunfador del Memorial Iñaki Ochoa de Olza.