Alberto Munárriz Egaña (Pamplona, 19/5/1994) se ha convertido, a sus 27 años, en uno de los fijos de la selección española de waterpolo. De hecho, formará parte del equipo que compita a partir del domingo en los Juegos de Tokio. España viene de ser subcampeona del mundo en 2019, además de conseguir dos medallas de plata en las dos últimas ediciones del Campeonato de Europa. El pamplonés está convencido de que pueden ganar a cualquiera si consiguen imponer un alto ritmo de juego y su fortaleza táctica, pero asegura que los rivales a los que se enfrentarán no serán sencillos de batir. Para empezar, Serbia, una de las favoritas y a la que ya vencieron en el Mundial de hace dos años. Una dura piedra de toque que, sin embargo, no asusta a Munárriz ni a sus compañeros.

¿Cómo llega la selección española de waterpolo a Tokio?

-Creo que llegamos bien, ilusionados y con muchas ganas. El año pasado llegábamos en una gran forma tras ser subcampeones de Europa y hemos tenido un año extra para prepararnos. Veremos cuando empiece la competición, pero en teoría estamos en un buen momento.

¿Retrasar los Juegos un año ha cortado la buena racha que llevaban?

-Habrá que esperar para verlo. Veníamos jugando muy bien, pero somos un equipo joven y este año extra nos ha permitido seguir creciendo y así aportar más al equipo. Los mayores siguen en plena forma y estamos en un buen momento.

¿Tienen ganas de quitarse esa espina tras tres subcampeonatos?

-Yo no tengo ninguna espina en ese aspecto. El deporte es complicado y conseguir llegar a tres finales consecutivas dice mucho del buen trabajo y la constancia que hemos tenido. Obviamente nos hubiera gustado ganar un oro y nos dolió no lograrlo. Primero intentaremos meternos en cuartos de final, que no será tarea fácil, y si lo conseguimos ese partido que permite pasar a semifinales será la clave.

Antes de empezar, ¿cuál es el objetivo de la selección?

-Queremos seguir la línea de buen waterpolo que jugamos en anteriores campeonatos. Si lo conseguimos, podemos ganar a cualquiera.

¿Cómo ven a sus rivales de la fase de grupos?

-Probablemente Kazajistán es el rival más asequible, pero igualmente será complicado. Después está Serbia, que es la gran favorita, y Croacia ,que junto a Montenegro serán nuestros mayores rivales. Contra Australia compites menos que contra otras selecciones europeas y no les conoces tanto, pero casi se meten en las semifinales del Mundial, por lo que será un rival muy difícil.

¿A quiénes ve como favoritos para las medallas?

-Es cierto que Serbia está un peldaño por encima por el talento de sus jugadores, pero este año todo está más igualado que en Río. Tanto Croacia, como Montenegro, Grecia, Italia o nosotros tenemos serias opciones de llevarnos el oro.

¿Qué selección cree que puede sorprender?

-Probablemente Australia. Dio muchos sustos en el Mundial de Corea del Sur de hace dos años y vendrán con la idea de repetir la gesta.

¿Cuál es el punto fuerte de la selección española?

-Tácticamente somos un equipo muy trabajado y físicamente llegamos muy bien. Cuando conseguimos imponer nuestro alto ritmo en el partido, salimos beneficiados.

¿Qué ha cambiado en los Juegos de Tokio respecto a la edición de Río en 2016?

-Los controles y la seguridad que hay se han multiplicado. Tenemos suerte de poder estar compitiendo, pero tanto control impacta. No se puede salir de la Villa y se echará de menos el público en los estadios.

¿Que es lo que más echa en falta con respecto a los anteriores Juegos Olímpicos?

-Que vengan mi mujer y mi familia, sobre todo. También es muy emocionante jugar delante de miles de personas, pero lo primero es la salud. Esperemos que en París vuelva todo a la normalidad.

¿Cómo es el día a día en la Villa?

-Hacemos entrenamientos de una hora por la mañana y por la tarde. Este año no tenemos que hacer trayectos tan largos como en Río para ir a la piscina y eso hace que tengamos más tiempo libre. Solemos estar en la habitación y no hay mucho más que podamos hacer. Otros años había una sala de juegos donde pasábamos el rato, pero en Tokio no es así. Además el calor y la humedad tampoco invitan a salir.

Hace un mes renovó con el Barceloneta hasta 2023, ¿está contento con el proyecto?

-Llevo ocho años en el club y estoy muy contento. Vivo en Barcelona con mi mujer y mi hija y estamos todos muy asentados. El club está haciendo una apuesta muy fuerte por el waterpolo y llevamos muchos años estando ahí arriba. Dice mucho que de 13 integrantes de la selección 10 seamos del Barceloneta.

¿Cuál es el objetivo que se han marcado para el próximo año?

-Tenemos un nuevo entrenador, pero los objetivos serán los mismos que cada año, somos el equipo más potente en España y tenemos que soñar en Europa. Los últimos años hemos estado apunto de conseguirlo, sin ir más lejos, este año perdímos en las semifinales de la Champions. Somos de un barrio humilde de Barcelona y si seguimos en los más alto es por la contribución de los socios.

¿Cuál ha sido el camino de un navarro que llega a jugar en la selección de waterpolo?

-Es una mezcla entre suerte e ir pasando etapas poco a poco. Cada paso que di me salió bien y me fui ilusionando. Sin saber cómo, me planté en una preselección para la Liga Mundial, le gusté al entrenador y conseguí un billete para el Mundial de 2013. Eso valió para que el Barceloneta se fijara en mí y me fichara. Me llamó el equipo que dominaba todo y era una oportunidad que no podía dejar pasar.

Cuando empezó en el waterpolo, ¿se imaginaba llegar a disputar dos Juegos?

-La verdad es que no, no me planteaba llegar a disputar una edición ni siquiera. Como deportista es lo máximo que puedes vivir y, si por mí fuera, vendría muchas veces más.

Nombre. Alberto Munárriz Egaña.

Edad. 27 años (19/5/1994).

Natural de... Pamplona.

Altura. 1,98 metros.

Trayectoria. Formado en el club Larraina, debutó como profesional con Waterpolo Navarra, para en 2013 fichar por el Barceloneta, su actual club. Acumula varios títulos internacionales con la selección, pero en Tokio busca una medalla que se le resistió en su debut olímpico hace cinco años, en Río 2016, donde la selección concluyó en la séptima plaza, logrando un diploma.

Primera fase (Grupo B)

Fase final

“El deporte es complicado y llegar a tres finales consecutivas dice mucho del buen trabajo”

“Somos un equipo joven y este año extra nos ha venido bien para seguir creciendo y mejorando”