Pamplona - Zak Brown, director Ejecutivo de McLaren Racing, hizo la pasada semana un regalo muy especial a los Carlos Sainz, tanto el padre como el hijo: llevar al Circuito de Navarra alguno de sus coches históricos para que ambos los probaran.

A juicio del propio Brown, la joya de su colección es el Holden Commodore del Campeonato de Australiano de los V8 Supercars. Cada vez que ha tenido la oportunidad de sentarse a su volante lo ha hecho y ha encontrado en los circuitos españoles el perfecto escenario para rodar con él, con la ayuda del buen tiempo, y hacer retumbar el impresionante sonido V8 atmosférico. Hace dos años, Brown estuvo presente en Motorland Aragón durante los test de Fernando Alonso con el Ligier LMP2 de United Autosport, cuando el director ejecutivo también tuvo la oportunidad de llevarse el Holden para hacer unos giros.

Tanto el padre como el hijo pudieron disfrutar de esta forma de una unidad histórica del campeonato oceánico, siendo concretamente la que utilizaron Nick Percat y Garth Tander para vencer en Bathurst en 2011.

Además del Commodore, Carlos Sainz padre pudo usar un Fórmula 5000. El bicampeón del mundo de rallies disfrutó de un monoplaza que en su día exprimió Mario Andretti, un Lola T332 con el que fue subcampeón en 1975. Un día formidable para los Sainz, que disfrutaron con estos coches con tanta historia.