Pamplona - Luis Sánchez Labat (Pamplona, 1997) se convirtió el pasado 6 de enero en el primer pelotari de Hegoalde en participar en el Campeonato de Francia de trinquete. A sus casi 23 años (los cumple el próximo 29 de marzo), disputó y ganó su primera eliminatoria en el torneo de Segunda categoría de mano individual (40-17 ante Cédric Lucu) y esta misma tarde busca avanzar otra ronda contra Vincent Çubiat. Aunque el propio protagonista de este hito se empeña en recalcar que se trata de un “dato anecdótico”, él mismo confirma que “nunca ha habido un navarro, ni guipuzcoano, ni alavés, ni vizcaíno jugando el Campeonato de Francia”, pero matiza que “eso no quiere decir que aquí no haya nivel”.

“Me han dado esta oportunidad y tengo que aprovecharla”, repite una y otra vez Luis Sánchez Labat, que explica para los profanos el significado que para él tiene competir en el Campeonato de Francia: “El máximo nivel de trinquete profesional se encuentra en Francia, al menos en Europa, y es un placer poder estar ahí. A ver cuánto duro”. De momento ha ganado una eliminatoria, pero aún debe superar otras tres más, incluyendo la que hoy mismo disputa en Donibane Garazi, para alcanzar una plaza en la liguilla de semifinales de mano individual de Segunda. “Fue un buen debut, aunque terminé con la mano un poco tocada”, rememora el trinquetista pamplonés mientras se palpa la palma de su maltrecha diestra. “El siguiente partido va a ser un poco más difícil”, continúa, “pero tengo que ir sumando rondas porque son cruces directos y, si pierdo, me voy para casa”.

Aunque no quiere presionarse y procura pensar únicamente en el día a día, revela que “en marzo empieza el Parejas y me dijeron que igual tenía opciones de jugar en Primera, pero son sólo suposiciones y ahora quiero pensar en progresar física y técnicamente”. “Lo importante es poder jugar con los profesionales y también estaré a gusto si me toca entrar en Segunda”, remata.

Una llamada inesperada Pero, ¿cómo se fraguó el aterrizaje de Luis Sánchez Labat en el Campeonato de Francia de trinquete? Él mismo lo cuenta: “Estuve dos veranos jugando algún torneo en Francia. A veces jugaba con profesionales, pero el hecho de ser profesional lo veía como una meta muy distante, no me lo imaginaba, pero vieron bastante progresión en mí y me llamaron. Fue una sorpresa y me quedé muy contento por ser el primer navarro en tener esta oportunidad”. Lo más sencillo fue cumplir con los requisitos para poder participar viniendo del campo amateur. “Es la empresa profesional la que te hace una ficha en Francia. Ser profesional significa tener la licencia Elite Pro. La solicité y me la dieron”, explica el trinquetista navarro, aunque añade que el hecho de jugar ahora en Francia no le va a impedir seguir haciéndolo como hasta ahora con su club (Esteríbar, donde también entrena a chavales), la selección navarra y la española. “El único problema es la compatibilidad de partidos”, puntualiza.

Sin embargo, Luis Sánchez Labat se muestra prudente en este asunto relacionado con la conciliación de competiciones: “A la hora de jugar los Mundiales no hay ninguna pega porque los organiza la Federación Internacional y los profesionales de Francia, que son casi todos de la zona de Iparralde, también van representando a Francia, y en principio con la Federación Española no hay ningún problema, pero con la selección navarra sí que habrá que mirar un poco más el tema de horarios en caso de que me llamen”. Y pone como ejemplo el GRAVNI, que podría coincidir con la disputa del Campeonato de Francia por parejas. “Es algo que todavía tengo que hablarlo”, insiste.

Del frontón, al trinquete Al protagonista de esta historia la afición por la pelota le viene desde los seis años, cuando empezó a jugar a mano en frontón de pared izquierda, “pero tuve el desarrollo en altura y físico un poco tardío y me costaba mucho jugar, así que con 17 años o así decidí probar en el trinquete”, confiesa Luis Sánchez, que cita el nombre de Aritz Zabalza, el seleccionador navarro de trinquete, como uno de los artífices de su apuesta por el cambio de escenario para seguir jugando a pelota. “Fue él quien me transmitió la pasión por el trinquete y le estoy muy agradecido porque al final me enganché y empecé a disfrutar como no lo hacía en el frontón”, analiza.

“Fue como encontrar mi sitio”, dice. “Comencé a jugar, me llamó la selección española para algún Mundial y luego la empresa de Francia”, resume. Tres bronces internacionales (uno en el Mundial sub-22, otro en el absoluto y un tercero en la Copa del Mundo) destacan en su palmarés, que desde hace escasas fechas aspira a ampliarlo en el campo profesional. “Aunque no hay que darle una excesiva importancia a lo mío, sí que sirve para demostrar que hay otras oportunidades. No todo es frontón y frontón. Al que le gusta la pelota le gusta jugar en el frontón, en el trinquete, en una plaza y en cualquier lado. La cosa es probar y muchas veces lo nuevo te acaba gustando”, vaticina Luis Sánchez Labat. A él le ha pasado y ha cruzado la frontera.

“Labat es un apellido francés”

De su abuelo materno. “No sé si será cosa del destino, pero Labat es un apellido francés”, revela Luis Sánchez, que añade que “además me viene de mi abuelo, José, que es el que me transmitió la pasión por la pelota. Desde los seis años iba con él a ver remonte y al Labrit cuando había mano profesional. Hoy en día estoy aquí gracias a él”, reconoce el trinquetista navarro, al que le hace especial ilusión dedicarle sus victorias, sobre todo ahora que se encuentra mal de salud. “Él me compró mi primera pelota y me llevaba a los partidos cuando mi padre no podía”, dice con orgullo. Y remata: “Lo hiciera bien o mal, siempre me apoyaba”.