Como se ha demostrado en la crisis sanitaria, el transporte juega un papel imprescindible en la cadena de suministro. Su flexibilidad y competitividad le ha permitido mantener un alto nivel de actividad incluso en los peores momentos de la pandemia. Según los expertos, esta situación ha impulsado de manera exponencial la digitalización del sector, que gracias a diferentes herramientas, ha conseguido atender al usuario de manera personalizada para aumentar su fidelidad, ajustarse a las demandas y establecer rutas más precisas en función de las necesidades del cliente.

El Internet de las cosas, la tecnología cloud y el big data son algunas de las herramientas digitales que están permitiendo a las empresas logísticas tener una visión completa de la cadena de valor, recibiendo información en tiempo real del estado de los transportes, rutas y flujos, así como de otros datos que pueden afectar directamente a los costes, como problemas meteorológicos, estado del tráfico, accidentes o cualquier otro tipo de incidencias y reaccionar frente a ellos en tiempo real.

Además, toda esta gran cantidad de información al ser procesada y analizada, junto a otros factores, como la oferta y la demanda de servicios en determinados momentos o zonas geográficas, está permitiendo tomar decisiones que aumenten el rendimiento de la empresa, incidiendo en factores que puedan reducir los costes y mejorar la eficiencia en general. Asimismo, el uso de sensores y beacons (pequeños dispositivos con tecnología bluetooth que permiten la comunicación automatizada) están siendo de gran ayuda para mejorar la gestión de los clientes, midiendo los recorridos de los envíos, el tiempo que tardan los empleados en realizar ciertas operaciones, así como ayudar a determinar los cuellos de botella en determinados puntos del recorrido.

Estrategias

Todas las iniciativas de transformación digital en logística deben tener en cuenta la situación particular de cada empresa, considerando las dificultades a las que se enfrenta, las oportunidades que tiene en su sector y los objetivos que se marca. Por ello, es conveniente en primer lugar establecer un punto de partida y fijar los objetivos. El análisis inicial debe abordar el estado actual de las áreas más afectadas por la transformación digital en logística. Como, por ejemplo, la gestión documental (abandonar definitivamente el uso del papel), el software y hardware disponible, la organización de procesos...

En segundo lugar, es conveniente fijar un presupuesto que contemple las prioridades. En tercer lugar, la empresa debe confiar en la tecnología 4.0 y apostar por trabajadores que cuenten con una formación especializada en la gestión de la cadena de suministro, pero también con habilidades avanzadas en el campo del software y la digitalización. Por último, para lograr una mejora continua en los procesos logísticos es imprescindible analizar cada etapa y medir los resultados para tomar decisiones que incrementen la eficiencia.

En definitiva, el sector logístico y de transporte pueden obtener un gran rendimiento de la economía digitalizada, mejorando la productividad y la competitividad. Si se establece una estrategia adecuada y se definen las herramientas necesarias para cada proceso, la empresa puede transformar su modelo de negocio e incluso optar a nuevos mercados emergentes del sector.

La cadena de valor se refuerza al recibir información en tiempo real de la mercancía