pamplona. Esta propuesta coincide con un momento en el que el fabricante de grúas ha dejado de aplicar el expediente de regulación de empleo (ERE) de suspensión temporal a sus trabajadores, ya que dispone de una carga de trabajo importante entre junio y agosto. Incluso, este volumen le ha llevado a la dirección de Comansa a pensar en la necesidad de que los empleados puedan trabajar más de ocho horas diarias en estos meses si la situación lo requiere, detallaron estas fuentes sindicales.

En un primer momento, Comansa pretende aplicar la reducción salarial en dos tandas: de un 5% a partir del 1 de julio; y de un 10% en enero de 2012. Y un año más tarde, vincular la subida salarial a la productividad. A esta medida de ahorro del coste salarial, el fabricante de grúas añade el uso de las tablas salariales del convenio del metal -y no las del pacto de empresa- para las nuevas contrataciones que se realicen. Aunque, la dirección insiste en que busca alcanzar un acuerdo con el comité para poner esto en marcha.

Pero, el paquete de medidas de ajuste para mantener la "competitividad, productividad y el empleo", según argumenta la empresa, también incluye: incrementar la jornada laboral hasta equipararla al convenio provincial del metal, como mínimo; eliminar cobrar el sueldo íntegro desde el primer día de baja del trabajador; liberar a la empresa de la obligación de facilitar la jubilación parcial a los empleados que la demanden; y hacer un mayor uso de las empresas de trabajo temporal para contratar a personal, práctica que en estos momentos está bastante limitada por convenio.

la postura del comité Comansa propuso estos recortes hace unas semanas, y el comité, compuesto por cuatro delegados de ELA, cuatro de UGT y uno de LAB, rechazó las medidas y se reafirmó en el cumplimiento del actual convenio colectivo firmado entre dirección y parte social.

El responsable del Metal de ELA en Navarra, Jokin Arbea, remarcó ayer "que la garantía del empleo pasa por las cargas de trabajo de la empresa, no por las rebajas salariales". Así, Arbea insistió en que "ELA no va a permitir la pérdida de derechos de los trabajadores de Comansa", por lo que su sindicato no está dispuesto a "cambiar salud por dinero, bajar las nóminas, aumentar la jornada anual y meter una doble escala salarial".

La dirección ha informado al comité de empresa de que las previsiones de volumen de trabajo son mejores que en 2010, debido principalmente a la diversificación de su actividad a mercados exteriores, como Europa o China, por ejemplo. A pesar de estas expectativas, todavía la empresa tiene en vigor un ERE de suspensión hasta el 31 de diciembre de este año -el quinto consecutivo-. Pero, actualmente, Comansa está recibiendo pedidos que hace que los trabajadores no estén regulados.

Cabe recordar que hace dos años, Comansa sufrió de lleno la crisis del sector de la construcción, y la plantilla sufrió un ERE de extinción por el que 75 personas se quedaron en la calle -entre personal de taller y de oficinas-, además de la realización de seis prejubilaciones, contaron estas fuentes sindicales.