NO hay más ciego que el que no quiere ver. Puede que algunos todavía sigan considerando a Kia como una marca asiática más, pero cualquiera mínimamente conocedor del mundo del automóvil ya sabe que este fabricante es un exponente perfecto de la vanguardia tecnológica, elevada calidad de producto, excelente fiabilidad y contenido coste de adquisición, cualidades que para sí quisieran muchos fabricantes de turismos de los más populares o tradicionales. No sorprende, por ello, que esta firma triunfe en mercados tan grandes por su volumen y exigencia de calidad como el norteamericano, donde un modelo que se lleva la palma entre los más apreciados de Kia es el Optima.
Esta berlina de tres volúmenes (motor, habitáculo y maletero) ya fue probada en su día en este periódico, y dejó una impresión excelente con su variante diésel de 136 CV. Ahora, se somete al mismo veredicto en la vanguardista versión híbrida gasolina-eléctrica. Las características con las que se presenta este vehículo son francamente atractivas: un propulsor de gasolina (cuatro cilindros atmosférico de 1.999 cc, 150 CV a 6.000 rpm, 180 Nm de par máximo a 5.000 vueltas, caja de cambios automática secuencial de seis marchas y tracción delantera) acompañado de un pequeño motor eléctrico (de 40 CV entre 1.400 y 6.000 rpm y 205 Nm a 1.400 vueltas), que combinados aportan un rendimiento de 190 CV a 6.000 rpm, 192 km/h, 9,4 segundos en el paso de 0 a 100 km/h, consumos homologados de 5,4 litros en ciudad, 5,3 en carretera y 5,4 de promedio, y unas emisiones medias de CO2 de 125 gramos por kilómetro.
Asimismo, hay que apuntar que el Optima se permite el lujazo de alcanzar los 100 km/h con la propulsión eléctrica y sin necesidad del motor de combustión. Todo ello teniendo en cuenta que ha de trasladar una carrocería de 4,845 metros de largura, 1,830 de anchura, 1,455 de altura y 2,795 de distancia entre ejes, cuyo peso en vacío es de 1.587 kilogramos; si bien cuenta con la ayuda de una lograda aerodinámica cuyo Cx baja de 0,29 a 0,26, amén del esperable mecanismo de parada y arranque automáticos en las detenciones.
Todo este bagaje de aciertos tecnológicos, incluida una garantía de siete años o 150.000 kilómetros, tan solo pasa peaje a su maletero, que rebaja la capacidad hasta situarse en 381 litros, aunque al menos incluye rueda de repuesto, eso sí, de emergencia. El otro aspecto levemente criticable del Optima Híbrido es su distancia libre al techo en las plazas traseras para ocupantes con más de 1,80 metros de altura, ya que comenzarán a rozar con el revestimiento interior del techo.
TODO DELICADEZA Seguramente, habrá muchas formas de describir cómo va este Optima Híbrido, pero para un servidor hay sobre todo tres expresiones que lo definen por encima del resto de consideraciones: suavidad, delicadeza y finura de funcionamiento. Es cierto que se muestra potente, incluso enérgico si apretamos con decisión el acelerador y hasta brillante en prestaciones, pero estas apreciaciones quedan relegadas a un segundo plano ante el mimo con el que nos trata, casi nos acuna, este exquisito automóvil.
Corre, acelera y responde con determinación si se lo pedimos, pero cuando más se disfruta no es rodando rápido ni buscando sensaciones deportivas -y eso que su bastidor es un ejemplo perfecto de equilibrada combinación entre dinamismo y confort a un elevadísimo nivel-, sino cuando nos dejamos llevar, lo mismo da que sea en ciudad, carretera o autopista. Es de esos vehículos que invita a cumplir con los límites de velocidad, a respetar los pasos de peatones -sobre todo porque su delicioso y eficaz cambio automático secuencial de seis marchas nos alivia mucho del trabajo en carretera y sobre todo en ciudad--, a no apurar los semáforos en color ámbar o a realizar adelantamientos críticos para ganar unos segundos que luego perderemos una vez hayamos aparcado el coche. Este Optima Híbrido, sin duda, nos encamina a una conducción más cívica y responsable, que además resulta ser la más eficiente, con lo que contaminamos menos y ahorramos combustible y dinero.
En todo este conjunto de virtudes, a las que sumar una respuesta de bastidor excelente merced a sus brillantes suspensiones, contundentes frenos, acertada dirección y excelente tacto de los mandos, merece una mención especial el agrado de utilización y la facilidad de uso. El Optima Híbrido es un vehículo con el que uno se familiariza al momento, que no resulta nada cansado de conducir y con el que los kilómetros pasan volando. Suficientemente amplio por dentro, cómodo, con un diseño exterior e interior sobresaliente, una calidad de materiales notable y un montaje muy conseguido, difícilmente se le puede pedir más.
La guinda al pastel la pone un equipamiento de auténtico lujo. Junto a todo lo exigible en seguridad activa y pasiva, la dotación en confort se sale de lo normal, incluso para su precio (34.705 euros), con exquisiteces como: climatizador bizona automático, Bluetooth, control de crucero, butaca de conductor ventilada, asientos delanteros y traseros y volante calefactables, butacas delanteras con regulación eléctrica, sensores de luces, lluvia, presión de neumáticos y aparcamiento, antinieblas delanteros, luces día y traseras de leds, faros de xenón, retrovisores exteriores eléctricos, térmicos y abatibles, techo solar panorámico, reposacabezas delanteros activos, retrovisor interior antideslumbramiento, navegador con cámara de asistencia al estacionamiento, sistema de audio Infinity y tapicería en piel, entre otros elementos.
Con todos estos argumentos y un éxito internacional que avala la calidad de este automóvil e incita a conocerlo, poco más cabe añadir, tan solo animarles a que lo prueben. Si uno está verdaderamente decidido a adquirir una gran berlina de tres volúmenes, tiene la mente abierta y sus prioridades son la calidad, el bajo consumo, el brillante rendimiento mecánico y de bastidor, el confort de marcha y un equipamiento con todo, el Optima Híbrido es sin duda una acertada elección. Salvo que seamos adictos al diésel -para lo que está creado su hermano de gasóleo-, la otra adicción, la que nos engancha a la suavidad, verá colmadas todas sus exigencias con este Optima Híbrido.