“Estamos ganando cuota de mercado en Navarra: una de cada cuatro nuevas hipotecas la damos nosotros”
Hace cuatro años que Javier Cortajarena Goñi dirige Laboral Kutxa en Navarra. Un periodo de incertidumbre en el sector, pero que ha consolidado a la entidad cooperativa como la tercera con mayor peso en la comunidad
pamplona - Laboral Kutxa pisa el acelerador en Navarra. La entidad cooperativa, que adquirió su actual denominación tras la absorción de Ipar Kutxa por parte de Caja Laboral en 2012, sigue tratando de crecer con una banca cercana y cada vez más especializada. Con un core capital del 12,17% y una buena posición de liquidez, la entidad parece haber superado la crisis, mantiene su proyecto independiente y ha cobrado un mayor protagonismo en la Comunidad Foral, donde cuenta con unos 130.000 clientes (cerca de 10.000 más que en el año 2012) y un peso creciente tanto en el sector hipotecario como en el empresarial. Cortajarena, nacido en Irurtzun hace 43 años, es licenciado en Económicas por la Universidad de Navarra y de Derecho por la UNED. Casado y con tres hijas, ha desarrollado su carrera profesional en Caja Laboral-Laboral Kutxa. Comenzó como gestor comercial en la oficina de Irurtzun, ha sido director de diversas oficinas en Pamplona y Comarca, director de zona y director territorial en Navarra, puesto que ocupa desde finales de 2010. Sustituyó entonces a Alfonso García Liberal, que dirigió durante años una entidad que cumplirá el próximo mes de enero 50 años de la apertura de su primera oficina en Navarra, situada en Alsasua. “Y seguimos siendo los mismos, cosa que pocas entidades pueden decir ahora”, dice Cortajarena.
Las últimas semanas parecen haber frenado la sensación de mejoría económica de los últimos meses. ¿Percibían una mayor actividad inversora?
-Se ve cierta luz al final el túnel, pero muy tenue, no podemos hablar ni mucho menos de un despegue. Pero de manera incipiente vemos que las empresas empiezan a tener proyectos de inversión que estaban desaparecidos en los últimos años. Para ello hemos lanzado cien millones en préstamos preconcedidos para empresas de Navarra. Que ningún proyecto se quede sin financiación.
Insisten en que, a diferencia de lo que pasaba hace unos años, el mercado ofrece liquidez a las empresas.
-Nuestra situación es holgada y tenemos confianza en que la situación va a ir recomponiéndose. Hace dos o tres años vivimos un momento en que bastantes entidades tenían serios problemas. Y los que no los teníamos tampoco podíamos financiar todo lo que había en el mercado: nos dedicábamos sobre todo a atender a nuestros clientes. Pero sin ir mucho más allá. Ahora la situación ha cambiado y las entidades que estamos saliendo fortalecidas de este proceso nos hallamos en situación de dar crédito.
¿Están bajando los precios?
Sí. Es una consecuencia de la mejoría de la liquidez, que se traduce en una cierta guerra de precios. No es equiparable a lo vivido en la precrisis, pero sí mejora claramente lo que había hace dos o tres años. Si entonces el diferencial estaba cerca de Euribor más tres puntos, ahora mismo hablamos ya de que claramente estamos por debajo del Euribor más dos puntos.
El mercado de la vivienda sigue más o menos plano. ¿Qué están ofreciendo a los particulares en hipotecas?
-En hipotecas, estamos pegando un arreón considerable, incrementando las formalizaciones un 22% respecto a 2013. En estos momentos, y cruzando con los datos del INE, una de cada cuatro hipotecas en Navarra la estamos dando nosotros. Queremos que siga siendo así y vamos a seguir apostando por ello.
¿Se ha contenido la morosidad?
-Nosotros hemos estado muy por debajo de la media y parece que, en general, tiende de nuevo a bajar. En hipotecario, las tasas de morosidad son bajísimas. Pero también es cierto que compromete la liquidez mucho tiempo.
Se ven hipotecas con diferenciales del 1,7% sobre el Euribor. Hace dos años, el diferencial superaba el 3% y antes de la crisis, apenas medio punto. ¿Hay margen para seguir bajándolo?
-Creemos que están en tipos muy razonables, acordes a lo que sucedía en Europa. Una cosa es cierta: en la actualidad, se es más estricto con los criterios de riesgo. Si antes se financiaba hasta el 100% ahora por término general procuramos no financiar más allá del 80%, aunque puntualmente, con nuestros mejores clientes y en operaciones singulares nos vayamos más allá. Pero en general, el 80% y con una viabilidad clara.
Dicen que están ganando cuota de mercado en Navarra. ¿La pueden cuantificar?
-No ofrecemos datos por territorios, porque cada entidad ofrece unos datos distintos y las comparaciones no son homogéneas. Es cierto que en los últimos años hemos notado un aumento, pero nosotros hemos seguido haciendo lo mismo: apostar por el entorno, por impulsar la economía navarra, a nuestras familias y empresas. Y en un proceso de concentración como el que se ha vivido, hemos salido fortalecidos, tanto en cuota de mercado como en reputación. La sociedad está valorando lo que hacemos aquí. Uno de cada cuatro autónomos, cerca de 11.000, son clientes nuestros. Y uno de cada ocho recibos lo tenemos domiciliado en nuestra entidad.
Parece que las cooperativas podrán seguir trabajando de modo independiente, sin fusiones como las que emprendieron las cajas. ¿La banca local es un valor?
-Es uno de nuestros diferenciales, tomar las decisiones en el propio territorio. Aquí no se decide ni en Madrid ni en Barcelona ni en Washington. Las decisiones se toman aquí, de manera cercana y con conocimiento del entorno. Es un valor y lo están reconociendo, no solo por lo acertado de las decisiones, sino por la agilidad que supone. En otras entidades las decisiones llegan y seguramente en el sentido correcto, pero quizá llegan tarde.
¿En qué áreas del negocio pueden mejorar?
-Nos gustaría profundizar en tres aspectos: la especialización de los gestores, el emprendimiento y el sector agroalimentario, que es probablemente una de nuestras asignaturas pendientes. Tenemos 48 oficinas y cerca del 60% en Pamplona y su comarca. Así que las oficinas de Tafalla, Estella o Tudela tienen mucho que decir, por el peso del sector agroalimentario en su entorno.
Los márgenes también se han resentido...
-Indudablemente, las cuentas nada tenían que ver con lo anterior, pero hemos salido fortalecidos. Hemos vuelto a unos 100 millones de beneficio, este año vamos por un camino similar y somos optimistas de cara el futuro.
Cuando tomó la dirección territorial, a finales de 2010, quizá pensó que lo peor había pasado, pero no fue así. ¿Qué ha sido lo más complicado?
El día a día ha sido duro y lo peor son las situaciones de morosidad en las que hay que volcarse y buscar salidas. Cada operación es un mundo. No se pueden dar soluciones generales, pero estamos siendo totalmente accesibles para buscar la mejor salida, primando la vivienda habitual y con especial sensibilidad en situaciones de exclusión social. Tenemos firmados todos los convenios con el fondo social de vivienda y todas las soluciones que se intentar aportar en la sociedad. La dimensión humana es el aspecto más duro. Aunque en las empresas la negociación pueda ser incluso más complicadas, con los particulares se te va el corazón.
La gran banca controla ya en Navarra más del 60% de la red y del ahorro. ¿Empezamos a ver un grado de concentración bancaria excesivo para el cliente?
Somos claramente la tercera entidad financiera de Navarra, por detrás de CaixaBank y Caja Rural. Nuestra posición es sólida y creemos que ser una de las entidades potentes con conocimiento del mercado nos da una serie de fortalezas y diferenciales que quizá no pueden aportar entidades con cuotas inferiores. Es bueno que haya dos o tres entidades líderes, como es el caso de Navarra. En otros territorios hay solo una.
¿Van a mantener su red de 48 oficinas?
Es una red razonable para Navarra. Mantenemos el mismo número que hace cinco años y alguna más que hace diez.
¿Con qué plantilla cuentan en Navarra?
En plantilla somos unos 210 y 150 de ellos son cooperativistas. Los compañeros de Lagun Aro son trabajadores por cuenta ajena.
¿Vamos a un modelo en que los clientes apenas pasarán por las oficinas?
Hay que dar un trato exquisito en canales -nuestra banca electrónica es una de las mejores del mercado- pero también fuera de canales. Nadie en el futuro va a acudir a una oficina a hacer algo que puede hacer mediante un clic desde su móvil o desde su ordenador, por lo que en las oficinas el trato debe ser totalmente especializado. Y los segmentos que hemos identificado son autónomos, banca personal -gestión de saldos de clientes con cierta capacidad de ahorro- y seguros.
La banca es, quizá, el sector que peor reputación ha adquirido con la crisis. ¿En su entidad tienen la sensación de haber hecho las cosas bien?
No hemos sido muy agresivos, ni por el lado del activo financiero ni del pasivo. Por ejemplo, no tenemos suelos en las hipotecas y creo que es algo que nos ha dado cierto valor en Navarra. La banca se ha desprestigiado claramente con la crisis, pero dentro del sector la gente distingue. Y buena parte de la sociedad reconoce que Laboral Kutxa no es lo mismo.
El caso de Bankia y las tarjetas ha sido el último escándalo. ¿Tienen tarjetas en Laboral Kutxa?
Aquí no tenemos tarjetas de empresas ni blancas ni negras. Cada uno guarda sus gastos, apunta sus tiques y después se le paga.
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