Mapsa invertirá 30 millones en cuatro años y quiere abrir otra fábrica
Factura ya 110 millones de euros, tiene a 500 personas en plantilla y espera crear 30 empleos
PAMPLONA. A punto de cumplir 60 años de vida, 25 de ellos como cooperativa, Mapsa mira al futuro con optimismo y ambición. La fábrica de Orkoien, con más de 500 trabajadores en plantilla, tiene previsto invertir durante los próximos cuatro años unos 30 millones de euros con el objetivo de atender al mercado e incrementar un 20% su producción actual, que ronda ya los 2,5 millones de llantas para coches.
“Tenemos vocación de crecer”, explica Miguel Ugalde, al frente de la empresa desde hace cinco años, al resumir el ambiente que respira una fábrica que, tras años de dificultades, parece sentir ahora el viento de cola. No es casual. Es el producto de años de esfuerzos, de un plan de saneamiento interno, de una reorganización de los procesos productivos en busca de una muy superior productividad y de un ambicioso “plan comercial y de captación de clientes” que le ha permitido incrementar su producción cerca de un 40% en los últimos cuatro años y rondar ya los 110 millones de euros facturados al final del actual ejercicio. La compañía confía en superar hacia 2020 los tres millones de llantas fabricadas al año.
Ubicada desde hace cuatro décadas en el polígono de Okoien -entonces ces era una de las pocas factorías de la zona-, hoy Mapsa se encuentra rodeada de naves industriales. Y pese a que está construyendo una nueva área de oficinas para liberar espacio de fabricación, la parcela de la que disponen se les queda ya pequeña. “Estamos estudiando la posibilidad de abrir una nueva fábrica, que no debería estar a más de 150 kilómetros de aquí”, dice Ugalde. La planta, que nacería con un tamaño reducido, absorbería nueva producción, sin dejar de saturar la planta de Orkoien, que trabaja con 18 relevos a la semana: en tres turnos de lunes a viernes, dos los sábados (mañana y tarde) y los domingos por la noche.
“La nueva planta habría que hacerla poco a poco y no debería estar a más de dos horas de camión de aquí”, dice Ugalde, quien resume de este modo la visión de Mapsa, prudente y anclada al territorio. “Nos gustaría que estuviese en Navarra”, dice Juantxo Martínez Garciriain, presidente del consejo rector de la compañía. La ubicación definitiva dependería, sin embargo de encontrar la ubicación adecuada, de contar con los recursos necesarios y del apoyo administrativo que reciba el proyecto, ya presentado.
Innovación creciente Proveedor de Volkswagen Navarra, Mapsa suministra parte de las llantas del Polo y lo seguirá haciendo por el nuevo modelo, la fábrica de Orkoien tiene sin embargo una cartera de clientes muy diversificada, que incluye a clientes como Kia, en Eslovaquia, a quien suministra 400.000 llantas al año. Componentes hechos en un país con costes altos que viajan a otro de salarios más bajos. Una de las muchas paradojas de un sector tan complejo y tan competitivo, donde se pierden pedidos por una diferencia de céntimos en cada pieza.
Mapsa trabaja también para Opel en Figeruelas (Corsa y Mokka), para Seat y para Audi, entre otros clientes que ha consolidado o ganado con una oferta competitiva en precios y que incluye cada vez una mayor carga innovadora. “Antes estábamos muy limitados y nos dedicábamos al día y no tanto a hacer desarrollos”, dice Ugalde, quien señala que la empresa tiene previsto dedicar ocho millones de euros a I+D en los próximos cuatro años. Con un equipo de unas 20 personas dedicado a ello, Mapsa trabaja en distintos proyectos en busca de aleaciones más ligeras y resistentes, de nuevos acabados más estéticos o buscando procesos productivos alternativos, algo a lo que destinarán tres millones de euros durante el próximo año.
“Uno de los retos pendientes de la economía social -explica Juantxo Martínez- era la atracción de talento. No se nos veía como empresas punteras en nuestro sector y eso es algo que estamos cambiando. Tratamos de ofrecer una oportunidad de desarrollo profesional a las personas que trabajan con nosotros”. La crisis, además, ha contribuido a hacer de Mapsa una empresa más atractiva: si hace unos años los niveles salariales de otras empresas podían ser muy superiores, hoy las tablas se han igualado. “Y desde 2012 estamos recuperando poder adquisitivo”, dice Martínez Garciriain.
La apuesta por la innovación y el futuro no se limita a la inversión en I+D. Uriarte tiene en la cabeza una nueva propuesta que llevará a la asamblea del próximo año. “Vamos a proponer crear un fondo de capital semilla, al que se dotará con 500.000 euros al año procedentes de los resultados, para impulsar nuevas actividades”, explica Ugalde. Este proyecto se desarrollará de la mano de la UPNA, de la Universidad de Navarra y de Mondragon Unibersitatea. Los 326 socios de la empresa, a los que se incorporarán 125 más en los próximos diez años, tendrán la palabra final.
De ser ayudado a poder ayudar
El respaldo de un grupo. El viernes, Mapsa celebra 25 años en MCC y recordará que formar parte de un grupo cooperativo como Mondragon significa muchas cosas. Sobre todo, que buena parte de los trabajadores, en torno a un 80%, son socios de la compañía. Toman las decisiones y hacen esfuerzos cuando los números no dan. Y también significa que las empresas, dentro de sus posibilidades, se apoyan unas a otras en momentos de necesidad. “Hemos pasado de ser ayudados a ayudar”, dice Ugalde, quien recuerda que “la parte más importante de Mondragon creyó en Mapsa”, del mismo modo que lo hizo también “una parte importante de la banca”. “Hoy en día privilegiamos la relación con aquellos bancos que nos apoyaron cuando teníamos dificultades”, dice Ugalde. - J.A.M.
30 millones invertidos. Mapsa ha hecho un fuerte esfuerzo inversor en los últimos años (30 en los últimos cuatro) gracias a lo cual se ha abierto una instalación de pintura y nuevos centros de control númerico.xxxxxx
326
socios. Mapsa nació con 141 socios en 1991 y ha ido creciendo en distintos momentos. A finales de los años 90 incorporó a un centenar de personas. En 2010 ya eran 293 socios. Solo este año han entrado 21 más, que aportan una cantidad cercana a los 15.000 euros.
22
fábricas clientes. Mapsa trabaja en la actualidad para 22 fábricas de marcas como Peugeot, Citröen, Opel, Toyota, Volkswagen Seat, Ford y Kia, entre otros.
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