pamplona - El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, comunicó ayer a sus accionistas que la compañía cerrará 2018 con un beneficio neto de cerca de 3.000 millones de euros, un 7% más que en 2017, y respecto a Siemens Gamesa ha reiterado su compromiso con la defensa de los minoritarios. Iberdrola celebró su junta general de accionistas en Bilbao y expuso los objetivos de la compañía para los próximos años y los inmediatos para 2018, año en el que también superará los 9.000 millones de euros de beneficio bruto de explotación (ebitda), un 20 % más que en 2017.

Pese a las protestas de un pequeño grupo de trabajadores de la central térmica de carbón de Lada, en Asturias, frente al Palacio Euskalduna, Galán recibió el reconocimiento de un accionista por la estrategia de la compañía frente al carbón. Galán subrayó que la postura de Iberdrola es clara, pues ha cambiado centrales con altas emisiones por otras más eficientes. También respondió en la junta por la supervisión del cierre de la central nuclear de Garoña (Burgos) y por si se solicitará renovar el permiso de otras cinco nucleares en España que expira en los próximos años. Sánchez Galán manifestó sobre Garoña que queda en manos de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) su desmantelamiento.

La junta de accionistas aprobó el informe de gestión, las cuentas de 2017, el informe de retribución a los consejeros y la propuesta del nuevo, así como el reparto del dividendo correspondiente al ejercicio 2017, que se incrementa un 4% respecto a 2016 y se situará al menos en 0,323 euros, con lo que se repartirán más de 2.000 millones de euros entre los accionistas en acciones o en efectivo.

Iberdrola cerró 2017 con un impacto económico de 201 millones de euros en Navarra, donde realizó compras por 141 millones a más de 205 empresas navarras y e invirtió alrededor de 16 millones de euros. - D.N.