La banca española culminará con la salida de Francisco González de la presidencia del BBVA el próximo 31 de diciembre un cambio generacional sin precedentes en sus cúpulas pues tan solo una década después de la mayor crisis financiera de los últimos cincuenta años ninguno de los presidentes de las grandes entidades financieras del Estado que estaban el día de la quiebra de Lehman Brothers el 15 de septiembre de 2008 seguirán al frente del banco diez años después.

En 2008 el sector financiero español contaba con unas sesenta entidades financieras, entre ellas un puñado de grandes organizaciones, Banco Santander, BBVA, Banco Popular, La Caixa, Caja Madrid, Banesto, Caixa Catalunya, Sabadell etc, un número que se ha reducido a una docena. Al frente del Banco Santander estaba un personaje histórico de la banca española, Emilio Botín. Nombrado presidente en 1986 se mantuvo al frente de la entidad cántabra hasta su fallecimiento en 2014 a los 79 años de edad, tras permanecer 28 años al frente del banco rojo. Hoy, el Santander está controlado por su hija Ana Patricia Botín y ha integrado a grupos bancarios como Banesto, Banco Pastor y el Banco Popular. Esta última entidad estaba presidida en 2008 por Ángel Ron. Este banquero gallego ocupó la presidencia única del Popular desde 2006 a 2017, once años.

Cuando Francisco González deje la presidencia del BBVA a Carlos Torres a los 74 años de edad habrá cerrado un periodo de 18 años al frente del banco vasco. Ahora deja un banco volcado en la digitalización y que ha integrado a Caixa Catalunya y otras antiguas cajas catalanas.

La tercera gran entidad financiera del Estado, La Caixa, contaba en 2008 con Isidro Fainé como presidente. El banquero catalán fue elegido máximo mandatario en 2007 y se mantuvo al frente del buque insignia del sector financiero de Catalunya hasta 2016. Hoy, La Caixa, transformada en CaixaBank, está presidido por Jordi Gual. Otra de las grandes entidades financieras del Estado en 2008 era Caja Madrid, hoy Bankia. En el año del inicio de la crisis estaba presidida por Miguel Blesa, que gobernó la entidad madrileña desde 1996 a 2010. Implicado en el caso de las tarjetas opacas se suicidó en 2017. Su sucesor fue Rodrigo Rato aunque hoy Bankia, en el que se integra, entre otras, la caja de ahorros levantina Bancaja, está dirigido, desde 2012, por el vasco José Ignacio Goirigolzarri, que en 2008 era consejero delegado de BBVA.

Bankinter es de las pocas entidades financieras que no ha integrado a otras en esta última década. Y es también una de las pocas excepciones relativas a no haber sufrido cambios en la presidencia. El banco está liderado por Pedro Guerrero desde 2007.

La otra excepción sin cambios en la presidencia, aunque no está claro que se mantenga a fin de año, es el Banco Sabadell. La entidad financiera catalana está dirigida desde 1999 por Josep Oliú. Hoy el banco que ha integrado, entre otros, al Guipuzcoano y la CAM, está pendiente de que Oliú que cumple 70 años en 2019 pueda anunciar un proceso de sucesión. Ha bromeado diciendo que cuando se fuese Francisco González él haría lo mismo.

Y en Euskadi, las personas que controlaban las cajas de ahorros vascas en 2008 ya no están al frente de su sucesor Kutxabank. La BBK, primer accionista de Kutxabank, estuvo presidido por Xabier Irala entre 2003 y 2009, y hoy Kutxabank está dirigido por Gregorio Villalabeitia. En una década la cúpula bancaria del Estado español ha cambiado casi completamente a tono con un ajuste sin precedentes.

La crisis financiera que estalló en 2008 ha propiciado una reconversión integral del sector financiero que ha terminado con decenas de entidades, la mayoría cajas, y una reducción de personal y de la red comercial extraordinaria. Y de hecho el proceso, según los analistas, todavía seguirá. La red de sucursales contaba con 46.118 puntos de venta en 2008 y se calcula que al término del proceso de ajuste solo quedará 16.785 oficinas, según la consultora JLL. La nueva generación de presidentes de la banca en el Estado tendrá que afrontar no una crisis sino una digitalización imparable.

2008. Los presidentes de las principales entidades financieras del Estado en 2008 eran: Banco Santander, Emilio Botín; Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, Francisco González; La Caixa, Isidro Fainé; Banco Popular, Ángel Ron; Caja Madrid (Bankia), Miguel Blesa; Banco Sabadell, Josep Oliú; BBK (Kutxabank), Xabier Irala.

Supervivientes. Con la salida de Francisco González del BBVA solo quedarán dos presidentes, entre los grandes bancos, desde 2008, Josep Oliú y Pedro Guerrero