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El informe técnico plantea llevar agua a la Ribera con dos tuberías soterradas

Propone construir cada una en dos fases, según la demandaDescarta la opción de canal a cielo abierto y la de un solo tuboCanasa decidirá a finales de febrero la solución

El informe técnico plantea llevar agua a la Ribera con dos tuberías soterradasCedida

pamplona - El informe técnico de la UTE Ingiopsa Ingeniería, SL-Eptisa, Servicios de Ingeniería, recomienda que la construcción de la segunda fase del Canal de Navarra, que llevará agua a la Ribera, se realice mediante dos tuberías soterradas en fases diferentes cada una, según la demanda de agua de boca y de riego existente.

La propuesta se alinea con la postura defendida por el Gobierno de Navarra de construir tubería bajo tierra en lugar de un canal a cielo abierto, ya que supone un ahorro de la obra de hasta un 40%; además de construir una infraestructura según las necesidades reales de la ciudadanía y de los agricultores. El planteamiento del departamento de Desarrollo Rural, dirigido por Isabel Elizalde, y de Desarrollo Económico, encabezado por el vicepresidente Manu Ayerdi, se basa en los estudios elaborados por las empresas públicas Intia y Nilsa, presentados en enero de 2017, y que la UTE adjudicataria del informe, ha tenido en cuenta para la redacción de sus conclusiones.

El consejo de administración de Canasa, la empresa pública participada en un 60% por el Estado y en un 40% por Navarra, mantuvo ayer una reunión en Madrid, en la que conoció el informe de la UTE. Pero, aunque la empresa adjudicataria ha emitido este planteamiento, Canasa debe analizar cada una de las cinco alternativas que recoge el estudio y tomar una decisión, que se conocerá en la próxima reunión que mantenga el consejo a finales de febrero o principios de marzo.

Canasa remarcó que la UTE “descarta la solución a cielo abierto y la de conducción única soterrada”, y que “se decanta por la propuesta de dos tuberías construidas en fases decaladas” para así amoldarse en el tiempo a la demanda de agua. El vicepresidente de Desarrollo Económico, Manu Ayerdi, señaló que el consejo estaba de acuerdo en rechazar la solución de cielo abierto, debido a su coste. “Ha quedado claramente eliminada”, manifestó. Además, indicó que Canasa solicitó “análisis adicionales de las otras cuatro soluciones estudiadas antes de adoptar una postura”.

La segunda fase del Canal contempla la construcción de una infraestructura de transporte de unos 70 kilómetros, que permitirá el abastecimiento de agua de boca de calidad a la Ribera y la puesta en riego de hasta 21.522 hectáreas. Aunque establece este máximo de hectáreas no significa que finalmente se llegue a esa cifra, ya que eso dependerá de la solución técnica. Además, la actual concesión de agua de Itoiz de 340 hectómetros cúbicos para el Canal de Navarra, otorgados por la Confederación Hidrográfica del Ebro, la dotación de riego de 6.400 metros cúbicos por hectárea y la ampliación de la primera fase del Canal, con 15.275 hectáreas situadas en los ríos Arga y Ega, han provocado que con esta distribución únicamente se puedan regar en la Ribera un total de 15.372 hectáreas, sin poder alcanzar las 21.522 mencionadas en la nota de Canasa.

El documento ha tenido en cuenta, para su elaboración, el anteproyecto redactado y los estudios llevados a cabo por el Gobierno de Navarra. El informe de alternativas, desarrollado con un análisis multicriterio, considera aspectos técnicos, económicos y ambientales, y plantea cinco opciones, cuatro de las cuales proponen el sistema de conducción por tubería soterrada y una de ellas, a cielo abierto (una propuesta que incrementa el coste de la infraestructura sobre los otros planteamientos y que ya ha sido desechada).

Las otras cuatro posibilidades presentadas por la empresa adjudicataria van a ser examinadas por los miembros del consejo de administración, que “tomarán la decisión definitiva en una próxima sesión del consejo”, señalaba la nota de Canasa. Para ello el consejo valorará “las opciones técnicas” para que el proyecto resultante sea el más adecuado, “desde el punto de vista técnico, económico y ambiental”. Con ello, Canasa quiere que “se atiendan las demandas presentes y futuras de la Ribera, tanto en el abastecimiento de agua de boca a poblaciones como en el regadío”, añadió la empresa pública.

Cuando Canasa anuncie la solución definitiva dentro de un mes aproximadamente, la UTE Ingiopsa Ingeniería, SL-Eptisa, Servicios de Ingeniería, tendrá un plazo de diez meses para desarrollar esa propuesta constructiva de la segunda fase del Canal de Navarra, es decir, para diciembre de este año o enero de 2020 aproximadamente. Además, mientras la UTE realice el proyecto, Canasa deberá abordar otros temas relacionados con esta obra como el modelo económico-financiero que se utilizará. Y una vez que la UTE presente el proyecto, se licitará su construcción.

Más de 3,5 millones para 92 jóvenes

Más profesionales. Desarrollo Rural ha abierto el plazo de presentación de solicitudes para ayudas a la creación de empresas por parte de jóvenes agricultores. Esta convocatoria está dotada con más de 3,503 millones y permitirá incorporar a 92 profesionales. La partida se enmarca dentro del PDR 2014-2020 y es la cuarta en lo que va de legislatura. Así, suman ya 12,5 millones los destinados por el Ejecutivo a la nueva instalación y 249 jóvenes se han incorporado al campo en tres años. El plazo de presentación de solicitudes será de 60 días y se deben presentar exclusivamente por internet, a través del catálogo de trámites del portal web.

Nuevos cargos. Tras el cambio de Gobierno en Madrid en mayo del año pasado, Juana María Lázaro se estrenaba ayer como presidente de Canasa; y Rosa Cobo, como directora general de dicha empresa pública, dependientes del Ministerio para la Transición Ecológica.

15.372

hectáreas para la ribera. La actual concesión de agua del embalse de Itoiz para riego, la dotación de agua por hectárea al año y la ampliación de la primera fase del Canal de Navarra han condicionado el número de hectáreas que se puedan regar en la Ribera con esta infraestructura. Por ese motivo, actualmente, se puede cubrir un máximo de 15.372 hectáreas en esta zona.

21.522

La nota de Canasa señalaba ayer que el proyecto contempla el riego de hasta un máximo de 21.522 hectáreas en la segunda fase. Pero esta cifra no se puede alcanzar debido a las explicaciones anteriormente realizadas.

40%

Descartar la solución de un canal a cielo abierto para la segunda fase supone un ahorro del 40% en la obra.