PAMPLONA. El Gobierno de Navarra ha cerrado 2018 con un superávit de 116 millones de euros, el 0,56% del PIB, y una deuda del 16,8% del PIB, por debajo del límite fijado en el 17,7%.

En concreto, el endeudamiento se ha situado en 3.441 millones de euros, 202 millones por debajo del límite máximo permitido, ha informado este viernes en rueda de prensa el consejero de Hacienda del Gobierno foral, Mikel Aranburu, quien ha destacado que "por primera vez desde 2008 se ha logrado reducir la deuda con respecto al año anterior", concretamente en 187 millones.

El consejero ha resaltado que, con estas cifras, Navarra "ha cumplido con los objetivos de estabilidad presupuestaria". Asimismo, ha indicado que, aunque los datos definitivos no se conocen hasta el mes de octubre, el Ejecutivo foral estima que también ha cumplido la regla de gasto, fijada en el 2,4% del PIB.

Aranburu ha valorado especialmente la reducción de la deuda que supone "evitar una losa que pesa sobre las generaciones futuras". "Endeudarnos es trasladar una carga a las generaciones futuras que en algún caso puede estar justificado pero no en todos los casos", ha remarcado el consejero que ha señalado que "por eso la práctica presupuestaria debe ser eliminar estos excesos de gastos".

El consejero de Hacienda ha destacado que con las cifras al cierre de 2018 "quedan unas cuentas saneadas que no chocan con una gestión presupuestaria expansiva", lo que demuestra, ha dicho, que "se puede gestionar con rigor y hacerlo compatible con la sostenibilidad". En este sentido, ha destacado que, en esta legislatura, se han destinado 384 millones más que en 2015 a Educación, Salud y Derechos Sociales. Al respecto, Aranburu ha recordado que en 2018 el techo de gasto es un 4,26% superior al del año anterior y un 15,5% con respecto a 2015.

Aranburu ha atribuido el superávit en 2018 a que "ha habido un aumento de recaudación respecto a lo presupuestado, en torno a los 60 millones" y a "algún gasto menor".