pamplona - CaixaBank dio ayer un paso importante con vistas a alcanzar un acuerdo en la negociación del Expediente de Regulación de Empleo con el que pretende acometer una sensible reducción de plantilla y oficinas. La entidad retiró las salidas forzosas para cubrir las 2.157 bajas que ha planteado con el objetivo de ganar eficiencia y rentabilidad a lo largo de los próximos años. La retirada se encuentra condicionada, en cualquier caso, a que se alcance un acuerdo en el resto de asuntos.

Durante la cuarta reunión negociadora, la dirección del banco entregó un borrador de propuestas que recogía los avances que se habían hecho hasta el momento. En concreto, dicho documento mencionaba las extinciones, el cierre de sucursales, la extensión de las oficinas Store -más grandes que las convencionales y enfocadas a ofrecer una atención personalizada a los clientes- y la movilidad geográfica forzosa. Fuentes sindicales apuntaron que, tras un análisis de lo expuesto por los sindicatos, la dirección decidió que podía haber “un marco razonable de acuerdo” en algunas propuestas, y finalmente renunció a aplicar extinciones forzosas. En Navarra, el plan establece la salida de 106 personas, lo que supone alrededor de un 12% de la plantilla con la que cuenta la entidad en la Comunidad Foral.

“En CCOO valoramos positivamente este avance, pero es insuficiente”, explicó el sindicato, que rechaza “una movilidad forzosa que implica una purga de plantilla. La dirección insiste en que las movilidades serán en su mayoría voluntarias y que las forzosas serán residuales. ¿Entonces para qué bloquear la negociación de esta manera? Pues sencillo, para tener la potestad y la arbitrariedad de poder mover a quien quieran hasta cien kilómetros” explicaba el sindicato en una nota a sus afiliados.

Desde LAB, Enrique Pérez señalaba que era “más o menos previsible” el paso dado por la empresa. “Parece que en cierta manera las movilizaciones han tenido efecto”, señaló el sindicalista que ve todavía muy lejano un acuerdo. “Mantiene la movilidad forzosa y otras medidas que empeoran condiciones”.

La dirección recordó que este avance en la negociación está condicionado, en cualquier caso, a que se llegue a un acuerdo en el resto de medidas “en los mejores términos”. Desde la plataforma Unión Sindical, valoraron positivamente este compromiso de la dirección, que supone dejar “una vía abierta para la negociación” de un proceso que contempla la reducción del 18% de la red de oficinas,

El recorte de CaixaBank afectaría más de un 7% de su plantilla global, que incluye también a los trabajadores del portugués BPI. A cierre de 2018, CaixaBank contaba con 32.552 empleados y 4.608 oficinas (Portugal aporta ya 4.888 trabajadores y 495 sucursales). De este modo, el banco tiene en España una plantilla de 27.664 trabajadores y una red de 4.113 oficinas. Con el recorte, la plantilla de la entidad regresaría a niveles de 2011, previos a la incorporación de Banca Cívica y Banco de Valencia, si bien el volumen de activos actual es muy superior. Con los tipos a cero, sin embargo, las dificultades para mantener y mejorar la rentabilidad perviven y el Banco de España ya ha apuntado el camino hacia nuevas fusiones como vía para lograr entidades más fuertes y solventes.

el dividendo, la próxima semana

El peor valor del Ibex en 2019. La entidad tiene previsto abonar la próxima semana el dividendo ordinario a cuenta de los resultados de 2018 y que ascenderá a 0,10 euros por acción. La entidad ha anunciado asimismo su intención de hacer un único pago anual a lo largo de los próximos ejercicios, que dependerá de la rentabilidad que alcance el banco. Desde la presentación de los últimos resultados, CaixaBank ha sufrido un fuerte deterioro en su cotización bursátil. De hecho, se trata de la empresa del Ibex 35 con peor evolución en lo que va de año, con una caída de más del 10%. Además de Caja Navarra, unos 20.000 navarros son accionistas. - D.N.