¿Cómo se imagina su organización en el plazo de diez años? ¿Qué acciones es conveniente emprender para que sea competitiva en ese plazo? Pretender arrojar certezas o jugar a hacer predicciones puede resultar un ejercicio baldío. Sin embargo, trabajar alternativas de futuro se torna en una responsabilidad en la gestión de cualquier organización.

A la hora de trabajar opciones de futuro, la investigación y el desarrollo (I+D) son dos conceptos que habitualmente suelen ir de la mano. Ahora bien, vistas unas cuantas unidades y centros de empresas que llevan esos epígrafes en sus definiciones, uno se da cuenta de que las D suele ser enormes y la I muy pequeña. No, no pretendo quedarme en la simpleza de que hay que investigar más. Creo que deberíamos huir de respuestas simples para problemas complejos y abordar opciones alternativas desde un enfoque realista. ¿Por qué se investiga tan poco?

La primera razón (no carente de sentido, por cierto) de que se haga mucho desarrollo a corto plazo y poca investigación es que en cualquier empresa “lo que aprieta es lo que aprieta”. Si vamos a cualquier unidad o departamento de I+D y analizamos el horizonte temporal de su cartera de proyectos nos encontraremos con que su orientación estará centrada en satisfacer necesidades a corto o a incrementar ventas y, evidentemente, los horizontes temporales de la actividad de investigación son mucho mayores que las del desarrollo.

Como orientación general siempre me ha resultado interesante la pauta de que la visión estratégica en una empresa requiere combinar tres horizontes en la priorización de acciones y recursos: 1. Gestionar la eficiencia operacional a un año vista. 2. Emprender iniciativas de nuevos desarrollos y crecimiento a un plazo de uno a tres años. Y 3. Comprender y explorar las claves que van a cambiar sectores enteros entre 4 y 10 años, interpretar las consecuencias de dichos cambios, y valorar posibles respuestas alternativas a los mismos a través de la investigación.

Conceptualmente el planteamiento es impecable, pero lidiar en el día a día con el asunto es harina de otro costal, especialmente en aquel horizonte que tiene que ver con la investigación (3-10 años aproximadamente). ¿Alguna clave? Me parece que cada organización debe ser capaz de adaptar su propio enfoque para gestionar la prospectiva e investigación a 3-10 años vista en función de sus particularidades tejiendo las redes y colaboraciones adecuadas para ello se torna en fundamental.

La antesala para la investigación debe incorporar una actividad prospectiva que integre estadísticas e información de lo que ha ocurrido en el pasado, noticias y señales de lo que está ocurriendo en la actualidad, así como proyecciones futuras que exploren posibilidades de distintos escenarios o acontecimientos. Muy bonito, ¿y cómo lo hacemos? Tengo que reconocer que con el paso del tiempo trabajando en los ámbitos de innovación, estrategia y desarrollo de negocios, he llegado a la conclusión de que pretender establecer una estructura organizativa para la investigación en una pyme tipo es pecar de ingenuo. Lo siento, pero me he vuelto relativista.

Sin embargo, una cosa es que no haya personas especialistas dedicadas, y otra muy distinta es que no se gestione con un mínimo de rigor y fundamento. Porque lo hagamos dentro, fuera o de las dos formas, es fundamental dotar a la investigación y a la actividad prospectiva con dinámicas, estructuras, procesos y métodos adaptados a cada realidad.

Las opciones para trabajar esta parte de prospectiva e investigación pueden ser diversas y con mayor o menor nivel de sistematización. Desde 1. Limitadas actividades de prospectiva que se realizan cada vez que hay que elaborar un nuevo plan estratégico. 2. Proyectos específicos pero esporádicos que incorporan personal externo a la organización. 3. Proyectos de naturaleza sistemática que se dedica a la construcción de escenarios e investigación con colaboración con externos. 4. Observatorios estables con equipos autónomos y especialistas identificando y dando sentido a señales que paralelamente están investigando el líneas específicas 5. Think tanks estables, autónomos con personas a tiempo completo identificando información y construyendo escenarios a nivel macro. Actividades independientes y con visibilidad.

La limitación de recursos propia de toda pyme hace que integrar en la actividad de la empresa a expertos, centros tecnológicos y universidades mediante lógicas de trabajo a medio y largo plazo sea una necesidad. Deben ayudar a identificar patrones cuantitativos a través de análisis de tendencias y series temporales, a definir pautas de acción futura a través de ejercicios de roadmapping, a monitorizar tendencias a través del análisis de patentes, a investigar así como a integrarse en equipos de desarrollo, etc.

No se trata de hacer prospectiva para predecir el futuro, ni de investigar por investigar. Se trata de desarrollar la capacidad para interpretar lo que ocurre en el exterior y tejer redes de colaboración con entidades de ciencia y tecnología mucho más potentes que las de hasta ahora para trabajar a diez años vista. Al final, el futuro dependerá de nuestra capacidad de mejorar el aprendizaje como personas y organizaciones, y me temo que con los desarrollos a corto plazo no será suficiente.

Mondragon Unibertsitatea. Investigación y Transferencia