pamplona- Más visitantes, una mayor ocupación que en 2018 y una rentabilidad creciente. Este es el resumen del verano para el sector turístico navarro, que se dispone a firmar un nuevo ejercicio de crecimiento y que, en 2019, ha redondeado un periodo estival de menos a más, con un mes de julio marcado por San Fermín, pero irregular en algunas áreas, y con una segunda quincena de agosto espléndida. En algunos casos los incrementos respecto a 2018 han alcanzado el 10%.

“Ha sido un buen verano”, explicaba Nacho Calvo, de la Asociación de Hostelería de Navarra, quien confirmaba, después de una encuesta con diferentes establecimientos de Pamplona y del resto de Navarra, la impresión inicial. Agosto no solo no empeoró un buen julio, sino que lo mejoró, gracias sobre todo a una segunda mitad muy buena. “El tiempo ha acompañado y eso es clave para nuestro sector, por ejemplo para los campings. Y en Pamplona los últimos días del mes fueron especialmente buenos. Se ha notado el Flamenco On Fire, y también el regreso de la actividad normal con el comienzo del curso universitario o la mayor actividad en la Clínica Universitaria”, explica Calvo.

Hasta julio, los datos apuntaban ya en muy buena dirección. Según la información que recoge Nastat, el Instituto de Estadística de Navarra, el número de viajeros en Navarra alcanzó los 782.294, unos 21.000 más que el año pasado, lo que supone un incremento del 2,7% que, como mínimo, se habría mantenido en agosto. En el caso de los hoteles, el incremento en el número de viajeros se concentra en Pamplona y su comarca (4,5%), que resulta si cabe más importante en la zona norte de la comunidad. En el área noroeste, el aumento ronda el 10%, hasta los 44.000 visitantes, mientras que alcanza el 20% en el Pirineo, con cifras totales más modestas, unos 30.000 visitantes. Sube también con fuerza en la Zona Media y sin embargo cae en Tierra Estella y en la Ribera.

Los números totales apuntan en cualquier caso a que 2019 batiría un nuevo registró en el número de viajeros -cerró 2018 con 1,419 millones, ligeramente por debajo de 2017-, una circunstancia que, unida al comportamiento del sector en años anteriores, está permitiendo a los hoteles elevar poco a poco los precios de las habitaciones. En julio, el incremento medio fue de más de cinco euros respecto a 2018 (de 87,5 a casi 93 euros) y la media de los siete primeros meses registra también un crecimiento de algo más de dos euros por habitación y noche, hasta los 67,19 euros. En los últimos cuatro años, el crecimiento medio de los precios en este periodo supera ya el 8%.

En agosto, Pamplona sigue siendo en cualquier caso un destino relativamente asequible si se compara por ejemplo con San Sebastián, que ha firmado también el mejor verano turístico de su historia. Pamplona también se ha beneficiado de ello en este mes de agosto, explica Nacho Calvo, quien señala que algunos turistas llegan a la capital Navarra en busca de precios algo más asequibles. “A ellos -explica Calvo- les sucede los mismo con nosotros a la inversa por julio y los Sanfermines”.