donostia - Alfonso Gorroñogoitia, el último superviviente del grupo fundacional de MCC, hoy Grupo Mondragon, falleció ayer a un mes de cumplir los 95 años. El mundo cooperativo vasco pierde a una referencia y un testigo de cómo se fraguó un movimiento que en la actualidad se encuentra presente en todo el mundo que emplea a casi 81.000 personas y factura alrededor de 12.000 millones de euros. El óbito de este veterano cooperativista se produce tan solo un mes y medio después de la muerte de José Ormaetxea, también integrante del grupo fundador de Mondragon.

Nacido en Arrasate el 25 de octubre de 1924, con tan solo 15 años comenzó su trayectoria laboral en la Unión Cerrajera de Mondragon, a la que accedió mientras compatibilizaba sus estudios en la Escuela de Aprendices de la localidad guipuzcoana.

Sin embargo, su vida se cruzó con José María Arizmendiarrieta, el cura que impulsó la creación de Mondragon Corporación Cooperativa, hoy Grupo Mondragon, y su evolución dio un giro. Junto con una docena de compañeros y por intermediación de Arizmendiarrieta, comenzó estudios superiores en la Escuela de Peritos de Bilbao, con la idea de adquirir mayores conocimientos y emprender en Arrasate un nuevo modelo empresarial basado en la solidaridad.

Una vez finalizados los estudios, cinco de esa docena de jóvenes decidieron crear la empresa Ulgor, cuya denominación está formada por las iniciales de los apellidos de los fundadores que fueron Usatorre, Larrañaga, Gorroñogoitia, Ormaetxea y Ortubay, aunque este último se retiró.

Esta firma fue oficialmente inaugurada en 1956, aunque ya dos años antes tanto Gorroñogoitia como su compañero Ormaetxea viajaron a Madrid con la intención de registrarla. Allí se toparon con una fuerte resistencia a sus ideas de crear una compañía con valores solidarios, y volvieron con el sentimiento de fracaso que transmitieron a José María Arizmendiarrieta.

El cura, sin embargo, les animó a que siguieran con el proyecto empresarial y en la historia queda registrado que Ulgor fue el germen de una firma mucho más reconocida actualmente, Fagor, que con el tiempo se convirtió en emblema del movimiento cooperativo por constituir el inicio de una corporación que en la actualidad está integrada por 266 cooperativas.

Alfonso Gorroñogoitia, que siempre restó importancia a su papel referente en la creación del actual Grupo Mondragon, ejerció de presidente de Ulgor entre 1959 y 1983. No fue el único cargo que ejerció en el movimiento cooperativo, puesto que su grado de conocimiento y su influencia le convirtieron en un referente para otros de los negocios que posteriormente fue fundando el Grupo Mondragon.

Así, el originario de Arrasate fallecido ayer también fue presidente del Consejo General del Grupo Fagor y de la entidad financiera cooperativa Laboral Kutxa, ambas firmas de un relevante peso dentro de la corporación cooperativa. Junto con estos cargos, Alfonso Gorroñogoitia ejerció como asesor de MCC desde la experiencia de haber fundado este grupo empresarial.

Jubilado en 1989, en ningún momento cortó la relación con el movimiento cooperativo, al que se sentía muy ligado. El sentimiento era recíproco, porque los directivos escuchaban con atención sus consejos y fue objeto de un homenaje tributado por la Asociación de Amigos de Arizmendiarrieta. También supo inculcar su pensamiento a sus hijos, como lo demuestra que la trayectoria profesional de tres de los cuatro se encuentra en Mondragon.