pamplona - Apoyada en su industria, en el dinamismo de sus exportaciones y en unos niveles de empleo que seguirán mejorando hasta niveles previos a la crisis, Navarra volverá a ser en 2020 una de las comunidades con mayor crecimiento. BBVA, que ayer presentó su informe sobre la Comunidad Foral, estima para el año que viene un crecimiento del 1,8%, dos décimas por encima de la media española, pero ligeramente por debajo de lo previsto por el Gobierno foral.

Esta cifra quedará claramente por debajo de la que se registró en 2018, con un avance en el PIB del 3% y también de la estimación para cierre del actual ejercicio: un 2%, ya alineado con la corrección estadística del INE, que rebajó de manera sensible el crecimiento del primer trimestre del año. Una desaceleración, por tanto, apreciable, pero que según los últimos datos podría estar ya tocando fondo. “Los datos de empleo octubre y noviembre así lo muestran, han sido mejores de lo que se suponía para un crecimiento del 2% e incluso estarían acelerándose”, señaló Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA, quien dibujó en todo caso un paisaje incierto.

Las más relevantes -al margen de la falta de Gobierno en Madrid, que estaría restando entre dos y tres décimas anuales- tienen que ver con el panorama internacional. China, Estados Unidos y la Unión Europea siguen sin acordar nuevas políticas comerciales, una circunstancia que condiciona el sector exportador. “Si las medidas se aplicarán al sector automotriz, el impacto en la región sería relevante, ya que sus ventas exteriores representan el 35% del PIB”, explica BBVA en su informe. Esta misma actividad, de enorme peso en Navarra por la implantación de VW, es fuente asimismo de otras incertidumbres, en este caso de tipo estructural. “Hay un cambio en los patrones de consumo”, en referencia a la urbanización y al modo en que se entiende la movilidad, con un crecimiento del coche compartido, pero también al progresivo envejecimiento de la población, otro de los retos pendientes. “A partir de los 50, conforme se acerca la edad de jubilación, la gente ahorra más y gasta menos”, señaló Cardoso.

4.000 empleos en 2020 Estas tendencias de fondo conviven ya con una coyuntura hasta cierto punto volátil y confusa. Y que muestra un sensible enfriamiento del consumo, especialmente intenso en Navarra, que se refleja sobre todo en la compra de bienes duraderos, como coches y electrodomésticos. “En parte responde al agotamiento de lo que llamamos demanda embalsada, decisiones de compra que se postergaron durante la crisis”, dijo Cardoso. Medido en términos de indicador sintético, el consumo habría pasado en Navarra de crecer un 2,4% entre 2014 y 2017 a hacerlo apenas un 0,9% en 2019.

Pese a ello, Navarra se dispone a sortear el año con un crecimiento superior a la media apoyado no solo en un sector exterior de comportamiento notable (+12%), sino también en una inversión estable y sostenida, con una importación de bienes de equipo que se acelera, “en lo que puede suponer un indicador adelantado” de la salud de las empresas.

El reto es seguir creando empleo y BBVA cree que entre 2019 y 2020 se crearán 11.000 empleos (4.000 el año que viene). “La tasa de paro quedará por término medio en un 7,6%, la más baja de España”, explicó Miguel Cardoso, quien recordó que uno de los retos a los que se enfrenta Navarra es mejorar la formación de aquellas personas que siguen en desempleo: “Estamos viendo que algunas vacantes de empleo tardan en cubrirse”.