Pamplona - Solo un estornudo de Volkswagen Navarra es capaz de hacer tiritar a decenas de empresas. El jueves por la tarde y ayer por la mañana fue una prueba de ello. Buena parte del parque de proveedores de la multinacional alemana, compuesto por firmas que dan trabajo a unas 15.000 personas, ha citado para la semana que viene a sus comités de empresa con el objetivo de analizar las consecuencias de un posible Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

"Hoy nos han ido llamando desde muchos comités de empresa", explicaba ayer Josema Romeo, secretario general de la Federación de Industria de Comisiones Obreras, quien mantenía en cualquier caso la prudencia respecto a las consecuencias reales de la decisión de Volkswagen Navarra, que calificó el ERTE como preventivo, para aplicarlo solo en caso de necesidad. La falta de piezas procedentes de Italia, país que está intentando recuperar poco a poco su actividad económica en el norte, fue el motivo presentado por la empresa, que ayer era rechazado de plano por LAB

"La posible falta de piezas es únicamente producto de la avaricia empresarial, la cual lleva a la deslocalización de nuestros proveedores", explicaba el sindicato en una nota, en la que recordaba que "el acuerdo de 2 de marzo de 2016, Acuerdo del Segundo Modelo, pretendía servir para reindustrializar el entorno de la fábrica". A su juicio esto fueron "palabras vanas, no se ha hecho absolutamente nada". El sindicato aseguró que "los trabajadores de VW Navarra no son responsables de la situación generada, no deben pagar ellos por una alerta sanitaria". LAB aseguró que VW Navarra está acostumbrada a responsabilizar a los trabajadores de su incompetencia a la hora de prevenir las contingencias laborales, acusándoles implícitamente de vagos, obviando que están enfermos. Ahora pretende que paguen por la posibilidad de que enfermen otros trabajadores".

Cualquier regulación de empleo en Volkswagen tiene consecuencias inmediatas en las cifras de empleo de Navarra. No solo por los casi 5.000 empleos directos de la fábrica, sino porque el sector de componentes superaba en diciembre las 7.000 personas asalariadas. Se estima que alrededor de 5.000 personas, entre fabricantes de piezas y otros proveedores de servicios trabajan de forma indirecta para VW,

Dentro de los proveedores asentados en Navarra, las principales piezas que adquiere Volkswagen Navarra para la fabricación de su Volkswagen Polo y su Volkswagen T-Cross son el cockpit o salpicadero (en la empresa SAS), los asientos (Faurecia), el frontal (Grupo Sesé), el revestimiento de puertas (Grupo Antolín), el eje posterior (Benteler), conjuntos de soldadura (Gestamp, KWD y Grupo Cosmos), los tubos de escape (Faurecia Emissions), desarrollos de piezas (Gonvauto), los parachoques (SMP y Plastic Omnium) y los insonorizantes (Pelzer Tafalla).

A fecha de 30 de junio y con los datos del primer semestre de 2019 encima de la mesa, el 59,2% de la facturación de proveedores de material de Volkswagen Navarra procede de empresas asentadas en Navarra. Ascendía a casi 800 millones.

Apunte

Tranquilidad en KYBSE. Italia es uno de los grandes socios comerciales de Navarra, tras Francia y Alemania. Y muchas de las grandes empresas navarras cuentan con proveedores allí. Por ejemplo, dentro del sector de la automoción, KYBSE cuenta con un proveedor en el norte industrial del país, si bien ayer mismo no preveían problemas de suministros que pudiesen obligarles a detener la producción. Al igual que buena parte de las empresas, lo que sí han hecho desde la planta de la multinacional japonesa es restringir los viajes a los lugares más afectados.

Apunte

VW gana un 12,8% más en 2019

13.346 millones. El grupo automovilístico alemán Volkswagen obtuvo un beneficio neto atribuido de 13.346 millones de euros en el conjunto de 2019, un 12,8% de incremento si se compara con los 11.827 millones del año anterior, según datos publicados por la compañía. Volkswagen indicó que su negocio se vio impulsado al cierre del año pasado por el aumento de sus matriculaciones mundiales, al tiempo que también experimentó un menor impacto extraordinario en relación con el caso del software de los vehículos diésel, que pasó de 3.200 millones en 2018 a 2.300 millones de euros en 2019. El director financiero de la empresa, Frank Witter, destacó que la gama de producto del grupo "convenció" a los clientes el año pasado, lo que permitió a la corporación mejorar su posición, a pesar de la caída del conjunto del mercado. La facturación de la empresa alcanzó 252.632 millones de euros al término del año que acaba de finalizar, lo que se traduce en una progresión del 7,1% respecto a los 235.849 millones de ingresos de 2018.Volkswagen registró un beneficio operativo anual de 16.960 millones de euros, un 21,8% de crecimiento en la comparativa interanual.