VW Navarra ha difundido esta mañana un comunicado a la plantilla en el que informa de que baraja la posibilidad de cerrar el viernes 20 y el lunes 23 de noviembre por la falta de suministro de piezas de algunos proveedores, y por la saturación de campas generada por el cierre de concesionarios. La dirección tomará una decisión la próxima semana.

De esta forma, ante esta situación, VW Navarra prevé aplicar nuevamente el expediente de regulación de empleo de suspensión temporal de contratos (ERTE) ante la falta de suministro de piezas de algunos proveedores, confirmaron ayer fuentes sindicales.La dirección de la factoría de Landaben podría empezar a utilizar el ERTE a partir de este mismo mes, por problemas logísticos derivados de la pandemia de la covid.

La empresa tendría intención de regular a la plantilla algunos viernes, aunque todavía no ha concretado cuántos. Fuentes consultadas por este periódico hablaron de algunas jornadas determinadas como el 20 y 27 de noviembre y el 4 de diciembre.

Además, a los problemas logísticos con proveedores, se añade también que la segunda ola está ahuyentado al consumidor para adquirir coches, una situación que preocupa a la compañía y que le obliga a evitar fabricar para dejar vehículos en estocaje.

Antes del verano, la dirección y la parte social acordaron la prolongación del ERTE hasta el 31 de diciembre de este año, por lo que ahora solamente la empresa tendrá que reactivarlo para regular a la plantilla. Todavía VW no ha convocado al comité, compuesto por UGT, CCOO, ELA, LAB, CGT y CCP.

Los mensajes sobre esta cuestión corrieron como la pólvora ayer por la tarde por WhatsApp, incluso el presidente del comité, Alfredo Morales (UGT), envió un audio por esta red social para transmitir tranquilidad.

Morales expresó en un mensaje de casi tres minutos que para la parte social es fundamental “la garantía del cumplimiento de los contratos eventuales para este año, que sigan intactos los proyectos de futuro como el lanzamiento del tercer modelo CUV el próximo año y la modificación del Polo, y acordar los calendarios para 2021, y todo ello en el marco del acuerdo y del diálogo con Volkswagen”.

Todavía está pendiente la asignación de la producción para el próximo año, aunque algunas fuentes la fijan entre 267.000 y 273.000 coches.

Por su parte, VW Navarra anunció ayer que ha incorporado cuatro vehículos sin conductor al taller de Chapistería, encargados de suministrar a la línea los laterales de los vehículos para su posterior unión al resto de la carrocería.

Dos de los equipos autónomos ya están implementados y operan en una de las líneas completamente automatizada, donde se producen los T-Cross y Polo. La puesta en marcha de los otros dos equipos está prevista para antes de final de año y se encargarán del área de fabricación del tercer modelo.

El objetivo de estos vehículos sin conductor es “automatizar un proceso repetitivo y que a la vez requiere una exigencia de precisión muy elevada, lo que a lo largo del día supone un sobreesfuerzo añadido”, explica Javier Anaya, técnico de Planificación Logística.

Estas máquinas han sido fabricadas por la empresa ASTI, una compañía de Burgos especializada en el desarrollo de AGV (Vehículo de Guiado Automático).

El trabajo que realizan los AGV está perfectamente sincronizado con el sistema robótico del que ya consta la línea. Una vez que el contenedor que porta los laterales de chapa ha quedado vacío, el vehículo autónomo recibe una señal para retirar ese contenedor y dejarlo en una zona al margen de la línea. A continuación, el vehículo recoge otro contenedor lleno de laterales de chapa y lo traslada hasta el punto de la línea donde debe realizarse el suministro al sistema robótico, un dispositivo que, posteriormente, efectuará los procesos de soldadura para unir piezas de menor tamaño al conjunto del lateral hasta su unión posterior al resto de la carrocería.