Navarra ha concluido el año con un crecimiento de su PIB del 5,8% respecto a 2020, consolidando así la senda de crecimiento y acercándose a los niveles que se mantenían antes del estallido de la pandemia del COVID-19. Así lo ha adelantado la consejera de Economía y Hacienda, Elma Saiz, en una rueda de prensa realizada en la mañana de este viernes.

Las previsiones del Gobierno de Navarra a principio del ejercicio de 2021 eran del 6,5%.

Según las estimaciones del Nastat, el PIB navarro ha crecido en los últimos tres meses del año un 0,8% respecto al trimestre anterior, dato que confirma la desaceleración del PIB.

Este comportamiento se debe a los problemas en las cadenas de suministro (como la crisis de semiconductores), el repunte de la inflación que cerró el año en el 6,6%, el encarecimiento de las materias primas y la aparición de la variante ómicron que ha vapuleado a la Comunidad Foral.

La consejera de Economía y Hacienda, Elma Saiz, ha manifestado que "el dato global de previsión de cierre de año pone de manifiesto la robustez de la economía navarra durante 2021. El aumento de la recaudación líquida, que ha crecido un 15% respecto a 2020 y un 5,8% respecto a 2019, la reducción del endeudamiento, que ha disminuido en 465 millones de euros respecto a diciembre de 2020 y el previsible superávit en el cierre del ejercicio, permiten a Navarra afrontar 2022 en una buena posición".EL CONSUMO SE RESIENTE

A la luz de las cifras del último trimestre, la sexta ola de la covid ha incidido en la confianza de los hogares navarros, que ha empeorado en la última parte del año.

Además, la menor movilidad y los confinamientos provocados por el elevado número de casos de la variante ómicron registrados en la Comunidad Foral han frenado el consumo privado.

En el lado de la oferta, los indicadores del sector servicios revelan una trayectoria favorable en octubre y noviembre, aunque las restricciones adoptadas a finales de año para frenar el aumento de los contagios podrían anticipar una moderación en las cifras de diciembre.

El sector industrial muestra un progresivo debilitamiento acuciado por los persistentes problemas en las cadenas de suministro y el encarecimiento de los costes de producción. Sin embargo, el sector de la construcción sigue mostrando un gran dinamismo e impulsa el crecimiento económico del cuarto trimestre del año.

Por otro lado, en la última parte del año, la inflación mantiene su escalada, y hechos como el encarecimiento de la electricidad han elevado la tasa de inflación de diciembre hasta un 6,6% interanual, un valor que no se alcanzaba desde hace casi tres décadas. El aumento medio de los precios en el conjunto del año es notablemente inferior, de 3,4%, pero rebasa claramente el objetivo de 2,0% establecido por el BCE.

Por su parte, la inflación subyacente (elimina los alimentos no elaborados y los productos energéticos) se mantiene contenida y cierra el mes de diciembre con un avance interanual de 2,1%.

QUÉ VA A OCURRIR EN 2022

La consejera Saiz ha asegurado que el Gobierno "afronta 2022 con el objetivo de consolidar la recuperación económica de Navarra y regresar a los niveles de actividad previos a la pandemia. Nuestro cuadro macro proyecta un crecimiento del PIB de 5% para este año, lo que supone una estimación prudente si se compara con las previsiones publicadas por otras instituciones, que estiman un crecimiento superior, incluso algunas por encima del 6%".

En ese sentido, y pese a que el escenario macroeconómico y geopolítico internacional presenta riesgos evidentes, desde el departamento de Economía y Hacienda se destaca que las buenas constantes de la economía navarra a cierre de 2021 suponen el mejor respaldo para consolidar la recuperación.

Una recuperación que, según Elma Saiz, "se apoyará, además, en otros elementos clave como el progreso en el control de la pandemia, los buenos datos del mercado laboral y la puesta en marcha de numerosos proyectos financiados con los fondos europeos, que actuarán como palanca del crecimiento económico durante los próximos meses".