Darío Vicario será el nuevo consejero delegado de Azkoyen en sustitución de Eduardo Unzu, que ha anunciado en la mañana del viernes su renuncia al cargo, después de 12 años. Unzu continuará como consejero de la empresa, que ha anunciado asimismo un reparto récord de dividendos, superior a los 30 millones de euros.
Unzu ha anunciado su salida en la conclusión de la Junta de Accionistas de la empresa navarra, que cerró el año pasado con un beneficio neto superior a los 13 millones de euros y que este año confía en mejorarlo a pesar del alza de costes. Azkoyen, cuya sede se encuentra en Peralta, cerró el ejercicio con una posición de tesorería positiva, superior a los siete millones de euros, que le va a permitir afrontar alguna operación de compra en los próximos meses.
Licenciado en Ingeniería Industrial por la Universidad Politécnica de Madrid y MBA por IESE, Darío Vicario ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en multinacionales de la industria auxiliar del automóvil, ocupando posiciones de Dirección General en los mercados de España, Portugal e Italia. En 2017 fue nombrado CEO de Iberia de thyssenkrupp Elevadores España con responsabilidad sobre Portugal y Marruecos.
El relevo se produce en uno de los mejores momentos de la historia de Azkoyen, que superó una grave crisis a finales de la primera década del siglo y que, desde entonces, se ha convertido en una empresa mucho más tecnológica e innovadora.
La firma facturó 138,9 millones de euros el año pasado, con lo que se situó en niveles previos a la pandemia, que superará "con claridad" este año, según explicó Eduardo Unzu, que recibió una ovación por parte del resto de miembros del consejo. Juan José Suárez, su presidente, de puso en pie para aplaudirle.
En los cuatro primeros meses de 2022, Azkoyen ha elevado sus ventas un 23% y ha duplicado su beneficio antes de impuestos, con lo que a cierre de año espera en mejorar sus resultados comparados. La firma navarra confía en impulsar su crecimiento al otro lado del Atlántico, tanto en América Latina como en Estados Unidos, donde el cambio en los hábitos de consumo de café beneficia el modelo de Azkoyen.
