Estos próximos meses se prevén complicados para la industria de Navarra y la CAV. La crisis energética actual golpea especialmente a este sector, que consume el 38% del total del gasto energético de la Comunidad Foral. El transporte representa el 37% y el comercio el 4%. Además, el 78% de la energía que se consume en Navarra es de origen fósil: gas, hidrocarburos y carbón, casi todo importado. “Los precios han subido este último año en torno al 106% y además se han triplicado los de los derechos de emisión”, apuntó Mikel Irujo, consejero de Desarrollo Económico y Empresarial en un encuentro con empresarios de Sakana celebrado este pasado jueves en Altsasu en el que también participó su homóloga en el Gobierno Vasco, Arantxa Tapia. Invitados por Irujo Etxea Elkartea y Sabino Arana Fundazioa, ambos consejeros abordaron los nuevos riesgos y hablaron de estrategias a corto y medio plazo para hacer frente a la situación actual, “emergencia energética”, en palabras de Irujo. El alcalde de Altsasu, Javier Ollo, fue el moderador.

“Todas las medidas que tengan que iniciarse de cara a la transición energética, tienen que ir dirigidas a este sector industrial al cual tenemos que acompañar”, destacó Irujo. “Consideramos la situación actual como una carrera. El primero que llegue a realizar esa transición energética va a estar mejor posicionado a la hora de ser más competitivo y productivo en la Unión Europea al margen de conseguir los objetivos que todos queremos que es la descarbonización, una visión que hemos trasladado al Ministerio”, observó.

Dicha transición energética se sustenta en tres grandes pilares. El primero sería mayor generación de energía mediante fuentes renovables, el segundo el fomento claro y sostenido del autoconsumo y el tercero la eficiencia energética.

Tapia, por su parte, destacó que “del buen funcionamiento del tejido productivo depende el bienestar de nuestra ciudadanía. Por tanto, nuestro gran foco se centra en ese tejido, sobre todo desde un punto de vista industrial”.

Así, abogó por ayudas y colaboraciones de cara a una economía más descarbonizada, “no solo electrificada, es parte, pero no la única”, incidió, y en la necesidad de sustituir el gas natural por otras energías, sobre todo, fotovoltaica y eólica. “Ambas comunidades compartimos objetivos, maneras de hacer, tejido industrial, y nuestra apuesta por este ámbito. No se trata de medidas que necesitamos ponerlas de forma coercitiva, sino todo lo contrario, medidas de colaboración, de ayuda, programas que permitan poner en funcionamiento nuevas actuaciones y activar ese tejido económico que se va a ver en una situación complicada”, abundó.

Optimismo

Pese a los nubarrones en el horizonte, ambos consejeros se mostraban optimistas respecto al futuro. “Es una carrera energética de la cual tenemos y vamos a salir bien parados pero que tenemos que impulsar y animar por medio de los dos gobiernos. Hemos intercambiado diferentes políticas que estamos desarrollando y que queremos desarrollar de aquí en adelante, también encuentros sectoriales que pueden ayudar e impulsar diferentes proyectos que tenemos en marcha”, señaló Irujo.

Al respecto, recordó que el consumo energético se ha reducido el 16% en la última década, con un incremento de la productividad. “Vamos por el buen camino”, aseguró.

Asimismo, destacó que en Navarra se están impulsando 82 proyectos de parques renovables fotovoltaicos y eólicos, tramitados por el Gobierno de Navarra porque son de menos de 50MW7H y otra docena que supera esa potencia instalada o atraviesa más de una comunidad autónoma y son tramitados por el Ministerio. “Cada tiempo cuenta para descarbonizar nuestra industria. En esta carrera llevamos mucho adelantado. No empezamos de cero”, observó.

Por otro lado, abogó por reducciones fiscales al autoconsumo, el impulso de áreas de trabajo como la biomasa, biogás, y la apuesta a medio plazo por el hidrógeno además de trabajar “codo con codo” con el sector industrial. Asimismo, defendió que los fondos europeos Next Generation se adapten a la situación actual. “La industria necesita más dinero para realizar planes de eficiencia energética, autoconsumo, y una política fiscal que apoye”, remarcó.

Tapia también se mostraba optimista. “Siempre se puede aprender y sacar algo positivo. La globalización pasó factura en la pandemia y se rompió la cadena de suministro. Hemos aprendido que la producción local es más importante que nunca. También las inversiones”, aseguró. Al respecto, puso en valor que en las dos últimas décadas se ha reducido el consumo energético en un 50%, sobre todo en el ámbito industrial. “Se han hecho muchos esfuerzos y debemos continuar en ese camino. Para ello son necesarias las inversiones”, abundó. Asimismo, recordó que la dependencia energética de la CAV es mayor que en Navarra, con solo un 8% de energía procedente de fuentes renovables.

Salarios e IPC

El alcalde de Altsasu, Javier Ollo, introdujo en el encuentro la actualización de los salarios con “un IPC desbocado”, tras las últimas declaraciones de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. “En las negociaciones debe imperar el sentido común para que el tejido empresarial sea competitivo al tiempo que los salarios no sufran un detrimento de su poder adquisitivo”. Al respecto, Arantxa Tapia recordó el modelo inclusivo participativo de empresa, puesto en marcha en la CAV en 2019. “Todos los actores forman parte de la empresa, con reparto de la riqueza en los momentos buenos. A las buenas y a las malas. Es fácil de decir y complejo de hacer pero es la única manera de salir adelante”, aseguró.

En el turno de preguntas, entre otras cuestiones, surgió la energía nuclear. “Es una quimera”, aseguró Irujo y abogó por una “transición energética de una vez. La energía nuclear no es limpia. La clave son los residuos que genera para 1.000 años o más. No es la más barata”, aseguró.