En Peralta se repite la historia con respecto a las elecciones del 2019 y vuelve a ser el PSN el partido que tiene la llave del Gobierno; UPN ha logrado seis ediles gracias a 1.410 apoyos, los mismos concejales que Unión Peraltesa de Izquierdas (UPEI), con 1.306 votos, y habrá una sola representante socialista en el Consistorio con 248 votos. En los pasados comicios, cabe recordar, se dio exactamente el mismo panorama y fue la portavoz socialista, Mª Pilar Orduña, la que rompió el empate y facilitó una Alcaldía progresista.

En este caso, el cabeza de lista regionalista, Carlos Balduz, ha preferido no hacer una valoración del resultado mientras que, por parte de UPEI, Juan Carlos Castillo ha asegurado que "ha sido una legislatura muy complicada y el hecho de mantener el mismo número de concejales, y de que sean los mismos que UPN, con el desgaste que llevamos, no es un mal resultado. Aun así nosotros nos presentamos para ganar y no lo hemos hecho, así que, lo primero, felicitar a UPN porque ha ganado, y ahora nos pondremos a hablar". De acuerdo con Castillo, estos años que han trabajado con el PSN "han sido fructíferos.

El PSN ha sido clave y con su apoyo hemos sacado adelante propuestas muy importantes; le ha dado estabilidad al Ayuntamiento. Creo que el hecho de haber obtenido la misma representación, aunque hayamos bajado en votos, demuestra que esto funciona, pero no depende de nosotros". El candidato de UPEI asegura que "es positivo que no se den mayorías absolutas porque así es necesario llegar a acuerdos" y reitera que no existe un pacto preelectoral. "En el año 2019 tuvimos un acuerdo de investidura, no de legislatura, y el resto se ha ido trabajando día a día. Ahora no existe ningún pacto, es absurdo haber acordado algo sin saber tan siquiera el resultado".

LA LLAVE DEL GOBIERNO

Sobre quien va a recaer toda la responsabilidad y quien va a decidir el color del Ayuntamiento esa es Orduña que, haciendo una breve valoración sobre el resultado, recalca que "estoy orgullosa porque veo que hay gente que sigue ahí, fiel, y que me apoya; a todos ellos, gracias. Eso hace que merezca la pena seguir adelante. Sin embargo, también estoy decepcionada porque no es el mejor de los resultados, no hemos subido la representación y creo que el trabajo que hacemos mucha veces pasa desapercibido.

Además, la bajada de participación es una muy mala noticia; no nos podemos poner ninguno medallas porque algo estamos haciendo mal, habrá que analizarlo". Ahora, y con todos los focos apuntándole de nuevo, afirma que "hablaremos todo tranquilamente, todavía no ha habido tiempo. Creo que el hecho de que no haya una mayoría absoluta es bueno aunque pueda parecer que es echar piedras sobre mi propio tejado; yo apuesto por el diálogo".

En este sentido asegura que se sentará a escuchar a todo aquel que le llame, tal y como hicieron hace cuatro años (en aquel entonces llegaron al pleno de investidura sin haber anunciado públicamente su postura). "Analizaremos todo, hablaremos, negociaremos, veremos pros y contras y veremos qué hacemos". Eso sí, y tal y como comentaba Castillo, asevera que "no existe pacto alguno, eso que quede claro".