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Javier Bergasa
Ver galería >El paisaje blanco habitual de los Pirineos ha desaparecido como consecuencia de las elevadas temperaturas en un insólito mes de enero en el que han rozado los 20 grados.
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El paisaje blanco habitual de los Pirineos ha desaparecido como consecuencia de las elevadas temperaturas en un insólito mes de enero en el que han rozado los 20 grados.
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