Cayó la muralla, surgió Osasuna, La Pamplonesa... El libro de Félix Urabayen ‘El barrio maldito’, ahora traducido al euskera, recuerda cómo fue aquella feliz Pamplona.
Así era Pamplona en los años 20
La plaza de toros vieja se incendia en agosto de 1921 y se empieza a trabajar a contrarreloj para estrenar la nueva el 7 de julio de 1922. Es entonces cuando la Casa de Misericordia se ofrece al Ayuntamiento para gestionarla. Se le cede el solar y la construye. El encierro del 7 de julio de 1922 sirvió para estrenar el nuevo coso, con montón incluido. Se achacó a la cuesta de debajo de la entrada, diciendo que los corredores no estaba acostumbrados porque la plaza vieja tenía una entrada llana. En la imagen, retirando piedras de la plaza vieja en marzo de 1922.
Así era Pamplona en los años 20
Juanito Etxepare Aramendia, estanquero de la calle Chapitela, que tiraba el cohete en la plaza del Castillo, ‘inventó’ en 1931 el chupinazo. Militante de Izquierda Republicana, fue fusilado en la Bardena en 1936.
Así era Pamplona en los años 20
La Pamplonesa, tocando las dianas por la cuesta de Santo Domingo en San Fermín en el año 1933.
Así era Pamplona en los años 20
Txistularis en la calle San Nicolás, entre la algarabía de los mozos, en los años 20.
Así era Pamplona en los años 20
Urabayendarrak, 1908an.
Así era Pamplona en los años 20
Portada del libro 'Auzo madarikatua'.
Así era Pamplona en los años 20
Desfile por la plaza.
Así era Pamplona en los años 20
Los gigantes en 1915.
Así era Pamplona en los años 20
En la foto, aparecen las maestras Julia Fernández Zabaleta, Catalina Alastuey, Maritxu Viscarret, Amelia Nabaz y Camino García. Las tres primeras trabajaron a favor de la primera ikastola de Iruña, junto a la asociación Euskeraren Adiskideak. Las cinco también eran de AEB (Emakume Abertzale Batza).
Así era Pamplona en los años 20
Plantilla de Osasuna en la temporada 1923-1924.
Así era Pamplona en los años 20
Los de la Peña Iruñako, en los años 20.
La plaza de toros vieja se incendia en agosto de 1921 y se empieza a trabajar a contrarreloj para estrenar la nueva el 7 de julio de 1922. Es entonces cuando la Casa de Misericordia se ofrece al Ayuntamiento para gestionarla. Se le cede el solar y la construye. El encierro del 7 de julio de 1922 sirvió para estrenar el nuevo coso, con montón incluido. Se achacó a la cuesta de debajo de la entrada, diciendo que los corredores no estaba acostumbrados porque la plaza vieja tenía una entrada llana. En la imagen, retirando piedras de la plaza vieja en marzo de 1922.