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El fabricante de espinilleras

Aitor Martínez revoluciona el mercado de las protecciones con la fibra de carbono y provee a jugadores de osasuna

El fabricante de espinillerasJavi Colmenero

Hace unos dos años, Martínez entendió que hacía falta una revolución en las espinilleras que utilizan los futbolistas. Hoy, juega en el Iurretako y por fin ha encontrado unas espinilleras que se adapten a su pierna. Nunca se sintió cómodo utilizando las protecciones convencionales y probó suerte.

Comenzó a darle vueltas a la posibilidad de fabricar unas espinilleras a medida y la idea fue creciendo poco a poco. Hoy muchos profesionales son sus clientes y el negocio sigue properando. Los jugadores de Osasuna Damiá y Andrés Fernández están entre quienes usan sus diseños.

"Todo comenzó hace dos años, pero empecé a comercializarlas el pasado mes de junio. Ahora ya tenemos como clientes a unos cuantos jugadores en la Real, a Iturraspe en el Athletic, también a otros de Osasuna, Rayo Vallecano, Zaragoza… Por fortuna he hecho muchos amigos gracias al fútbol y ellos son los que me han permitido entrar un poco en el negocio para comenzar a distribuir las espinilleras entre los jugadores de elite", apunta.

El fútbol ha sido el mejor aliado de este joven emprendedor. Gracias a sus buenas condiciones llegó a competir en las categorías inferiores de la selección de Euskadi y en el filial del Alavés, donde coincidió, entre otros, con Óscar de Marcos, además de enfrentarse con muchos de los profesionales de hoy en día: "Al final esto son contactos. Desde joven he hecho amistad con muchos futbolistas que hoy en día están en la Real, en el Alavés y en el Athletic, y son ellos los que me abren las puertas de los vestuarios de los clubes de Primera División".

La primera pregunta es qué ofrece Aitor Martínez que no puedan dar otros. La respuesta es que su producto es único en el mercado, sobre todo por la personalización. "Es todo un poco. El material es muy importante. Son espinilleras de fibra de carbono, que es el material más ligero pero el más resistente del mercado. Incluso he pasado el coche por encima de ellas y no han sufrido deterioro", comenta entre risas. "Pero lo más importante es la personalización. No hay dos espinilleras iguales, eso es lo que les atrae a los jugadores. Para hacerse una idea, no es lo mismo hacer unas espinilleras para Rivaldo, que tenía las piernas delgadas y muy arqueadas, que, por ejemplo, para Roberto Carlos, que tenía muchísimo gemelo", reconoce.

un mercado sin descubrir

Las marcas deportivas no hacen espinilleras a medida

Parece mentira que futbolistas profesionales no tengan en sus marcas deportivas el proveedor de una herramienta de protección básica del fútbol, algo que también llamó la atención a Aitor Martínez. "Cuando empecé con todo esto me imaginaba que sería útil para jugadores semiprofesiones. Suponía que Nike, Puma o Adidas harían espinilleras a medida, pero me llevé una sorpresa. Todo el mundo se sorprendería si viese las cosas que he visto en las piernas de los futbolistas".

Ese mismo problema con el que se encontró él parece que lo sufrían otros deportistas y nadie conseguía darle solución. Unas demasiado pesadas, otras grandes o el habitual problema de que durante el partido se van cayendo hasta molestar en los tobillos. Quizá por eso muchos optaron por soluciones caseras: "No voy a decir el nombre, pero en el vestuario del Rayo Vallecano había un jugador que se metía cartones debajo de la media o incluso el plástico de las espinilleras antiguas. Muchos de ellos son reacios a usar espinilleras, por eso nosotros lo que buscamos es que se sientan cómodos y que les permita rendir mejor. Al final nosotros dependemos de que el jugador se quede satisfecho, que es lo que importa".

En menos de una semana, el cliente puede disponer de sus espinilleras a medida. El proceso es rápido y muy cercano. Todo comienza en las instalaciones de entrenamiento del club en cuestión. Aitor se desplaza desde Atxondo a los complejos deportivos de Zubieta, Lezama o a cualquiera de los clubes en los que ha probado suerte. Allí se reúne con la plantilla. El siguiente paso es escayolar las piernas del futbolista en cuestión para tener un molde con todas las características de cada extremidad. El trabajo restante es ya tarea única de Martínez; incluso él mismo se encarga de llevar en persona el producto una vez acabado.

"Es muy importante que estén hechas a medida. Lo más peligroso de una espinillera convencional es que no encaje a la perfección, que queden huecos entre la espinillera y la pierna; es ahí cuando pueden surgir las lesiones. Con el yeso, lo que conseguimos es un molde exacto de su pierna. Por ejemplo, tuvimos un caso de un jugador que tuvo una rotura de tibia y peroné. Tras la recuperación siempre se quedan callos o pequeñas curvaturas. De esta forma se le puede hacer la espinillera con esa deformación que le permita encajar con su pierna", explica.

la anécdota con Chory castro

Aperribay se asustó al verle la pierna enyesada

Eso sí, el yeso en alguna que otra ocasión le ha jugado alguna mala pasada como él mismo cuenta. Sucedió en Zubieta, la última vez que visitó las instalaciones realistas. El protagonista fue Chory Castro, que dio un disgusto al presidente de la Real Sociedad, Jokin Aperribay. El uruguayo quería unas nuevas espinilleras, de esas que había visto a sus compañeros y que tanta envidia le habían causado. Convencido, acompañó a Aitor Martínez a la sala de fisioterapia que la Real les cedió para poder enyesar ambas piernas al charrúa: "Allí estábamos los dos. Él tumbado en una camilla y yo a su lado esperando a que el yeso se secase. Lo malo es que por allí andaba el presi, y cuando entró a la sala se quedó blanco. Casi ni le salían las palabras viendo a Chory con el yeso, pensaba que se había roto y que se le había acabado la temporada".

No es la única anécdota que ha protagonizado. Asegura que los futbolistas son muy caprichosos y en ocasiones se ha encontrado con peticiones que le han hecho sufrir más de la cuenta. Quizá la mayor dificultad llega a la hora de personalizar el producto: "Cada uno quiere una cosa diferente: se ponen fotos, su nombre o el escudo en las espinilleras. He llegado a tener que meter 20 fotos en unas espinilleras de 17 centímetros; aquello fue una obra de ingeniería".

Está muy de moda que los profesionales usen espinilleras muy pequeñas. Cada cual las quiere más pequeñas que el anterior, aunque el tamaño varía en función de gustos y de las características de cada uno. Los extremos, explosivos, suelen preferir algo más pequeño, mientras que los centrales o los porteros optan por una protección mayor. "Los jugadores tipo Griezmann o Chory son los que te las piden pequeñas. Aunque en realidad siempre que llego al vestuario me dicen: lo más pequeñas posible. Está el caso de Andrés Fernández, el portero de Osasuna, que me pidió pequeñitas y luego me volvió a llamar para que se las hiciese más grandes. Ahora me llama después de los partidos y me dice que está contentísimo".

propuesta para Falcao

A pesar de que se las hizo con un tigre, no hubo suerte

El trabajo manual de Aitor Martínez ha llamado mucho la atención en las plantillas de Primera División, pero sin duda la más implicado es la de la Real. Él sigue probando suerte y en muchas ocasiones se ha plantado en un vestuario a vender su producto sin mediar contacto. Fue el caso de la plantilla del Valladolid. No lo dudó. Se subió en su coche dirección a la capital pucelana y llegó a las instalaciones deportivas con un arsenal de muestras. Allí le esperaban los futbolistas, ansiosos de ver el producto. "Todos estaban encantados. Las miraban, se las probaban… Me dijeron que era lo mejor que habían visto nunca, pero en cuanto les dije el precio se les cayeron de las manos; no querían saber nada. Son 250 euros, pero para un profesional no debería ser tan sorprendente. ¡A veces hasta me regatean el precio!".

El trabajo de promoción de su producto no tiene límites. Quizá por este motivo probó suerte con una de las estrellas de la Liga. Se acordó del gusto de Falcao por los tigres y fabricó unas personalizadas para el colombiano. Con una instantánea de un tigre y con el número 9 siempre presente, contactó con el Tigre Falcao. No cuajó, pero esta dedicación es la que ha conseguido que muchas de las piernas que disputan un balón con intensidad no exenta de riesgo estén protegidas por sus espinilleras de carbono. Un producto que ha revolucionado las costumbres de los profesionales que buscan protección.