pamplona - Ayer fue un día grande para los futbolistas de Amaya. El adiós a uno de los escasos campos de tierra que quedan en Pamplona y la bienvenida a la hierba artificial. El domingo terminaron las obras y los más pequeños fueron los encargados de estrenar el nuevo campo de césped sintético. 9.000 metros cuadrados de superficie de última generación sustituyen al estadio de la hierba natural y permiten olvidar para siempre el campo de tierra en el que jugaban las categorías inferiores hasta ahora. Ayer empezaron los entrenamientos, el fin de semana llegarán los partidos y el día 18 será la inauguración oficial.
Un campo espectacular, novedoso en Pamplona al tratarse de última generación, en un enclave donde la mayoría de los campos de hierba artificial ya empiezan a cumplir años. Se ha construido en tres meses, una vez finalizada la temporada de verano, con la idea de dotar a la Sociedad de una instalación que intenta mejorar el servicio que se ofrece a sus 9.000 socios.
La sección de fútbol de Amaya está en continuo crecimiento en los últimos años. Actualmente tiene siete equipos de pista y siete de campo: dos de Fútbol 8, dos de infantiles, un cadete, un juvenil y uno en Primera Regional, su equipo sénior. El número de equipos se ha duplicado en cuatro años. “Cuando se renovó la junta de la sección de fútbol, había siete equipos y quisimos trabajar mejorar la situación. Hasta ahora, nos encontrábamos con que todos los equipos de pista se cubrían 100% con socios y, sin embargo, al dar el salto a campo, los socios se iban a otros equipos, con el aliciente de jugar en hierba artificial, mientras Amaya ofrecía un campo de tierra, ya que el de hierba sólo lo utilizaba el primer equipo. Había inquietud por potenciar esta nueva instalación y cuando los socios lo aprobaron, se dio luz verde a la puesta en marcha de la obra”, comenta el coordinador de fútbol Íñigo Pardo.
Como ha ocurrido en otros clubes, en Amaya esperan seguir creciendo con el nuevo campo. “A partir de ahora esperamos que los socios no salgan a otros clubes por el tema de instalaciones y que el campo sea un efecto llamada para que sea mayor el número de socios que quieran jugar en Amaya. Sabemos que al tener sólo un campo tendremos un límite de horario y espacio, pero la idea principal es que todo el socio que quiera jugar a fútbol, pueda hacerlo en Amaya”, añade Íñigo Pardo, que junto a Iñaki Eslava, forma parte de la junta cuyo delegado de sección es Rubén Eslava.
El resultado es un campo de 105 metros de largo y 65 de ancho y una superficie total de 9.000 metros cuadrados, rodeados por la grada de hormigón, tan característica del coqueto campo de las instalaciones de Amaya. La empresa constructora le ha dado un acabado al dibujo de forma circular, lo que potencia el efecto de unas gradas que rodean completamente la instalación, algo que se ve en pocos campos de Navarra y que podría dar cabida a 5.000 personas, por lo que se trata de una de las instalaciones con mayor capacidad de Navarra. La obra incluye también nuevos banquillos y refuerzo en la iluminación, con el fin de acoger entrenamientos y partidos durante todas las horas que sea posible.
fin al exilio El campo llega con la temporada ya iniciada y los distintos equipos se han tenido que buscar la vida para competir en estos primeros meses. Un esfuerzo por parte de todos que por fin tiene recompensa. El equipo de Primera Regional del club ha tenido que jugar en el exilio y disputar sus partidos como local en Tajonar, en Amigó o en el campo del equipo contrario, como también ocurría en otras categorías. A partir del fin de semana, por fin, podrán ser locales y jugar los partidos en su campo.
La inauguración oficial se prepara para el día 18, cuando se celebrará un partido amistoso entre viejas glorias de Amaya y los veteranos de Osasuna. Ese mismo día se hará un pequeño homenaje a antiguos delegados y colaboradores de la sección y la idea es realizar una fotografía conmemorativa con todos los equipos de Amaya. Asimismo, está prevista una exposición de fotografías de la sección de fútbol.