El Athletic encandiló a la afición con un impresionante alarde de constancia y verticalidad. Necesitó la prórroga para certificar el acceso a las semifinales, pero durante prácticamente todo el encuentro superó la propuesta de un Barcelona que, aunque dispuso de alguna oportunidad para amargar la noche de San Mamés, terminó rendido. Enfrente halló un equipo indomable, generoso, con una ambición ilimitada, más poderoso en el plano físico, que no dejó de proyectarse en ataque hasta anular la resistencia del conjunto de Xavi Hernández. Podría afirmarse que la energía del Athletic fue crucial en un emparejamiento que deparó un espectáculo con todos los alicientes.

Los rojiblancos con su actitud se hicieron acreedores a la victoria sin discusión. La calidad del adversario mantuvo la incertidumbre durante muchísimos minutos, pero no los que hubiese precisado este Barcelona ante la perseverancia y valentía de los hombres de Valverde, a la postre dos factores irrefrenables. Cuando un grupo funciona a semejante nivel, todo es posible. También voltear una inquietante desventaja (1-2) y liquidar la ronda con una goleada. Cuatro goles y un incontable número de remates fueron el fruto al trabajo sin reservas. El Athletic exhibió esa alma que enardece a su gente, un espíritu único.

La expectación que había generado el partido se vio satisfecha con creces. En efecto, fue como una final de Copa anticipada, solo que anoche el ganador fue el Athletic, que después del rendimiento ofrecido se convierte por derecho en firme candidato al título. No solo  corroboró cuanto ha venido apuntado en liga, dio un paso más gracias al modo en que gestionó una cita muy compleja. El Athletic quiere más, se siente fuerte y así se lo transmitió al Barcelona de principio a fin. Yendo a por el triunfo por la vía más directa e insistiendo, para minar el ánimo y reventar las piernas de un rival que, exhausto, se vio abocado a agachar la cabeza en el tiempo extra.

Sin Iñaki Williams, Galarreta y Berenguer, descartados ambos por molestias, el regreso de Vesga y la gran novedad, Adu Ares, afrontó el reto de salida el Athletic. Eso sí, con la lección aprendida al dedillo: agresividad, nula especulación, todos para arriba. Unas indisimuladas y previsibles ganas de marcha que retrataron al rival y, lo principal, tradujo en gol. Ni 40 segundos tardó Guruzeta en castigar un error grueso de Yamal, que dio pie a un par de intentos a cargo de Adu Ares y Sancet, este desviado por Christensen y que el ariete resolvió a bote inglés.

No cabía empezar de mejor manera y con el rival tambaleante por el golpe recibido, de nuevo gozó Guruzeta de otro disparo. Paulatinamente se fue rehaciendo el Barcelona, comenzó a tocar, aunque la predisposición defensiva del anfitrión ralentizaba sus maniobras y certificaban la acertada puesta en escena de los de Valverde, que a la mínima avanzaban líneas para entorpecer aún más la salida de los Gundogan, De Jong y compañía. Xavi comprendió que así no iba ningún lado y retocó las posiciones de sus medios para buscar mayor agilidad.

Dejó el Athletic de amenazar, concentrado en la contención y ocurrió algo que siempre es posible con jugadores de primer nivel enfrente. Ferrán se activó, vio la penetración de Pedri, Vivian no despejó, la bola quedó suelta y Yuri a la altura de la portería tuvo la mala idea de despejar frontalmente en vez de a un costado, decisión que Lewandowski, con solo poner la pierna para que le rebotase, convirtió en el empate. El Barcelona emulaba al Athletic y estrenaba su casillero en su primera aproximación.

También acusaron los rojiblancos el inesperado plastazo y solo cinco minutos después, Yamal se marchó de un Vesga blando, enfiló el área y tras amagar lanzó desde la frontal, raso, imposible para Agirrezabala. Volteado el signo del encuentro, el Athletic quiso replicar, equiparó fuerzas en la zona ancha, con un Prados omnipresente y un Nico Williams inquietante. Pudo Guruzeta doblar su cuenta a la salida de un córner, pero Peña, muy tapado, repelió de milagro. A la ocasión respondió Ferrán para irse al descanso y, pese a que Agirrezabala hizo una gran parada, se señaló fuera de juego que no existía.

Los jugadores del Athletic celebran el gol de Sancet. BORJA GUERRERO

Regresó al campo enrabietado el Athletic, guiado por la batuta de Sancet, y de nuevo tuvo premio, el propio Sancet picando de cabeza un magnífico centro de Nico Williams. A partir de ahí, el mando le correspondió ampliamente. Tuvo más posesión y percutió sin desmayo, pero quizás las dos aproximaciones más peligrosas fueron de un Barça agazapado, incapaz de neutralizar el empuje local, pero presto para la contra. Fue Lamal quien protagonizó dos duelos con Agirrezabala, cuyas salidas superó sin tino. Singularmente grave fue el error del joven extremo a cuatro de la conclusión.

Un balance ofensivo que el Athletic mejoró al menos en cantidad, si bien los intentos de Guruzeta y sobre todo de Nico Williams, con una rosca que se fue por centímetros, también acariciaron el gol. La emoción subía, al igual que la sensación de que los rojiblancos habían podido sentenciar la ronda en el segundo acto. Lo merecieron por intención, arrojo y fútbol ante un oponente muy conservador.

Cambió el panorama en la prórroga, tomó el balón el Barcelona para cortar una dinámica que comprometía seriamente sus opciones. Trató de elaborar  un rondo eterno, lo que no evitó que el Athletic siguiese plasmando su combatividad y cobrándose las únicas acciones profundas. A la segunda, el añorado Iñaki Williams culminó tras servicio de Villalibre y después de que la madera devolviese su primer tiro. Tuvo el Barcelona, ya a la desesperada, una ocasión de volver a igualar, pero el Athletic, dale que te pego, fue y fue hasta que Nico Williams, después de que su hermano tuviese la puntilla en su bota derecha, redondeó su noche con un toque de exterior que trajo el delirio. La locura en San Mamés.

ATHLETIC CLUB 4: Agirrezabala; Lekue (De Marcos, min.90), Vivian, Paredes, Yuri; Prados (Herrera, min.90), Vesga (Unai Gómez, descanso; Jauregiza, min.100); Adu Ares (Iñaki Williams, min.59), Sancet, Nico Williams y Guruzeta (Villalibre, min.73).

FC BARCELONA 2: Iñaki Peña; Kounde, Araujo, Christensen (Pau Cubarsí, min.70), Balde (Héctor Fort, min.23); F. de Jong, Gundogan, Pedri (Sergi Roberto, min.100); Lamine Yamal (Marc Guiu, min.106), Lewandowski (Joao Félix, min.78) y Ferran.

GOLES:

  • 1 - 0, min.1, Guruzeta.
  • 1 - 1, min.26, Lewandowski.
  • 1 - 2, min.32, Yamal.
  • 2 - 2, min.49, Sancet.
  • 3 - 2, min.105+2, Iñaki Williams.
  • 4 - 2, min.121, Nico Williams.

ÁRBITRO: Sánchez Martínez (C. Murciano). Amonestó a Sancet (min.36), Prados (min.83), Herrera (min.109) y Nico Williams (min.122) por parte del Athletic Club. Y a Christensen (min.17), Ferran (min.82), Fort (min.84), Yamal (min.95), De Jong (min.115) y Sergi Roberto (min.117) en el Barça.

ESTADIO: San Mamés. 

Iñaki Williams: "Parece que estaba escrito, ha sido una maravilla"

El delantero del Athletic Club Iñaki Williams reconoció que sueñan con la Copa del Rey después de superar (4-2) al FC Barcelona este miércoles en San Mamés, donde lograron un billete a semifinales que parecía "estaba escrito", con su regreso relámpago de la Copa África para marcar en la prórroga.

"Ni en el mejor de los sueños, la verdad es que ha salido todo perfecto. Ayer no esperaba poder estar aquí, después de un mazazo, de una eliminación bastante dura, pero agradecer al Athletic que ha hecho todo lo posible para que esté aquí y a la afición por esperarme con los brazos abiertos", dijo en declaraciones a TVE, recogidas por Europa Press.

"Parece que estaba escrito, que llegase y que acabase el partido como ha acabado. Ha sido una maravilla, una fiesta, hemos sabido sufrir, pero somos justos vencedores. Ha sido todo muy rápido, no me ha dado tiempo a descansar. El viaje ha sido largo pero tenía ilusión por estar aquí. Noches como las de hoy son las que queremos todos, soñamos con la Copa, seguimos muy vivos", añadió.

El internacional con Ghana regresó desde Costa de Marfil para ser decisivo en un encuentro que se decidió en la prórroga, con su gol y el de su hermano Nico para un Athletic que quiere la Copa. "Todos los que están en el ajo son buenos equipos, han llegado por méritos propios. Hay que respetar a los rivales", dijo.

"Son muchas las eliminatorias que venimos solventando, ahora quedan dos finales antes de la gran final. Este año las sensaciones son diferentes, volando bajo, hay que soñar", terminó. 

Xavi, "decepcionado, pero orgulloso"

El entrenador del FC Barcelona, Xavi Hernández, confesó que se va de San Mamés "decepcionado" por perder la opción de ganar un título, pero también "orgulloso" de sus jugadores, especialmente de los más jóvenes.

"Estamos orgullosos de cómo han competido estos jugadores ante un señor equipo y un señor entrenador como Ernesto Valverde, pero también decepcionados por el resultado no haber competido mejor. Tenemos una plantilla corta y muy joven y creo que es el inicio de algo importante, esté yo o no de entrenador. Creo que este Barça tiene futuro", explicó el técnico del conjunto azulgrana.

Xavi asumió, por otro lado, que "si al final de temporada no estamos al nivel de competitividad" esperado "lo normal es que tenga que marchar, como todos los entrenadores".

"Sé donde estoy y me van a exigir títulos o por lo menos competirlos. Hoy hemos competido ante un gran Athletic. Cuando no ganas el entrenador queda señalado, no descubro nada", dijo Xavi antes de insistir que "hay un proyecto muy bueno" en el club azulgrana.

"No en cuanto a mí como entrenador, sino de una generación muy buena. Hay un potencial muy bueno para que en los próximos años el Barcelona pueda competir, pero hay que trabajar y hay que ganar. Ahora toca enfocarnos en la liga y en la Champions cuando nos toque", admitió.