Lamentos en La Cartuja
Parafraseando sin pudor a Ortega y Gasset (a los dos, como decía el otro), un estadio de fútbol es un estadio de fútbol y sus circunstancias. Que la RFEF haya ampliado tres años el acuerdo para que La Cartuja siga acogiendo la final de la Copa será una estupenda noticia para la RFEF –tres milones de euros en 2026, cuatro en 2027 y 4,5 millones en 2028–, para la hostelería sevillana y, quizás, para los aficionados que aún no conozcan la ciudad, pero cuando llegue el inicio del partido y, aún peor, el pitido final, el lamento será generalizado. Y el motivo es sencillo: retamos a los lectores a señalarnos un estadio de fútbol en toda España que esté peor comunicado para el movimiento de los hinchas. A la RFEF le gustan mucho estos acuerdos tan lucrativos, pero parece que le cuesta mucho más exigir, a quien corresponda, unos mínimos para las aficiones, siempre las paganas de esta fiesta del fútbol. Ni a los cartujanos se les trata tan mal.
