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La receta de la semana: crema de guisantes con jamón y yema
Cuando llega la temporada de guisantes es como si la frescura y la alegría se apoderaran de tu cocina. Hoy os enseñamos a preparara una sabrosa crema con guisantes frescos
Esta receta para elaborar una crema de guisantes con jamón crujiente y yema de huevo curada es una verdadera delicia. Y lo mejor de todo es que, aunque parece un plato sofisticado, es tan fácil de preparar que hasta el más inexperto puede lucirse. ¿Estás listo para deleitarte con esta explosión de sabores?
Ingredientes
- 500 g de guisantes frescos o congelados
- 1 cebolla pequeña
- 1 diente de ajo
- 500 ml de caldo vegetal (o caldo de verduras con hierbas, para un toque fresco)
- 100 ml de nata para cocinar (opcional, para dar mayor cremosidad)
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 100 g de jamón serrano o ibérico
- 1 yema de huevo (por comensal)
- 2 cucharaditas de sal gruesa
Elaboración
Para curar la yema de huevo, colocarla en un pequeño recipiente, cubrirla con sal gruesa y dejar que repose en la nevera durante 6-8 horas, o hasta 24 horas si prefieres un sabor más intenso. Después de este tiempo, retirar la yema de la sal, enjuagarla suavemente con agua fría y secarla. La yema se volverá firme y tendrá una textura densa.
Para preparar la crema de guisantes, en una cazuela con una cucharada de aceite de oliva sofreír la cebolla picada finamente junto con el ajo, hasta que estén dorados y fragantes. Añadir los guisantes y el caldo caliente. Cocinar a fuego medio durante unos 10-12 minutos o hasta que los guisantes estén tiernos. Tritura la mezcla con una batidora de mano o en una licuadora hasta obtener una crema suave. Si se desea una textura más cremosa se puede añadir la nata y mezclar bien. Ajustar la sal y pimienta al gusto. Reservar caliente.
Cortar el jamón en tiras finas y freirlas en una sartén con una cucharada de aceite de oliva caliente, hasta que estén crujientes. Retirarlas y dejarlas escurrir sobre papel absorbente.
Servir la crema de guisantes en platos hondos, y colocar las tiras de jamón crujiente por encima. Añadir unas gotas de aceite de oliva virgen extra para darle un toque de sabor y brillo. Después, colocar con cuidado la yema de huevo curada en el centro. Se puede dejar que la yema se mezcle lentamente con la crema caliente, o bien dejarla intacta para que se deshaga al comerla.
Por último, se puede añadir un poco de pan tostado o unas hojas de hierbas frescas para complementar el plato.