El papel de aluminio es un producto que podemos encontrar en casi todas las cocinas del mundo. Su uso está muy extendido, sobre todo para conservar alimentos o cocinar en el horno. Es probable que en casa tengas un rollo de este papel guardado, pero quizás no le estés dando el uso correcto.

El también denominado papel albal tiene un lado brillante y un lado mate, ambos con propiedades distintas. El lado opaco se encarga de absorber las temperaturas exteriores, mientras que su lado opuesto, el brillante, hace justo lo contrario, es decir, repele las temperaturas que llegan de fuera. Ahora bien, ¿qué lado es más adecuado usar en cada caso?

Los fabricantes de este producto detallan que los dos lados desempeñan la misma función, pero hay una manera más correcta que otra de hacer uso de él.

Si vamos a hornear y queremos que el alimento ofrezca su mejor versión, tendremos que cubrir el producto con el lado brillante hacia adentro. Si lo hacemos al revés, es decir, con el lado que brilla hacia afuera, el material reflejará el calor del horno y, por ejemplo, una patata tardará mucho más en hacerse.

En el caso de que lo vayamos a usar para conservar nuestros alimentos, el lado que brilla también debe ir hacia adentro. Si vamos a congelar, el principio es el mismo. Al envolver los alimentos de esta manera lo que hacemos es preservar su sabor y sus cualidades al protegerlos de la acción directa del calor.

A la hora de envolver la comida con el papel de aluminio da igual el lado que usemos. Sin embargo, la tendencia es hacerlo con el lado brillante hacia afuera, una práctica que podría responder más a una cuestión estética que a una funcional.

El papel de aluminio no suele implicar ningún riesgo para la salud, aunque sí existen una serie de recomendaciones a la hora de utilizarlo. Un informe del Consejo Europeo sobre metales y su uso en contacto con los alimentos asegura que lo adecuado es limitar el almacenamiento de productos líquidos ácidos para reducir la liberación. Esto se debe a que estos alimentos resultan mucho más susceptibles a este metal.

¿Se puede usar en el microondas?

Si no quieres provocar un incendio en tu cocina será mejor que no metas el papel albal en el microondas porque provocará que salten chispas o incluso fuego. Lo que sucede en el interior del microondas es que el agua se convierte en vapor y la energía se libera. Las moléculas del aluminio no tienen a donde ir y se calienta el metal a gran velocidad. Por ello, las ondas rebotan a gran velocidad hasta que se sobrecalienta el aparato y se rompe.