Todo deporte se basa en la infantil obsesión humana (más que humana, masculina) por competir y demostrar velocidad, fuerza, habilidad o puntería. Solo teniendo eso en cuenta se puede entender el lanzamiento de peso, que consiste en tirar lo más lejos posible una bola de hierro (de 7,26 kilos los hombres y de 4 las mujeres), y que se puede resumir como A ver quién es más bestia, aunque luego resulta que no todo es tonelaje y velocidad explosiva en el brazo, sino que tiene su técnica. Como deporte de "fuerza y destreza" se cita en La Iliada, y eso tenía Manolo Martínez, que se va a los 36 años, al ver cómo bajaban sus marcas, y deja en el atletismo un vacío tan grande como su voluminosa humanidad.