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Muerte de Guruceta

El árbitro fallecía en accidente de tráfico cuando viajaba a pitar el osasuna-real madrid

Muerte de Guruceta

El miércoles 25 de febrero de 1987, en la Autopista A-2 en el término municipal de Fraga (Huesca), bajo una intensa lluvia, el coche que conducía Emilio Carlos Guruceta hacía el temible aquaplaning y se incrustaba en la caja de un camión debidamente aparcado y señalizado, que hacía obras de mantenimiento en la autopista.

El accidente causaba la muerte de Guruceta y del juez de línea Eduardo Vidal, mientras que el otro linier sufría heridas de consideración pero salvaba la vida.

El trío arbitral viajaba a Pamplona para pitar el encuentro Osasuna-Real Madrid (que no se suspendió porque lo dirigió el aragonés Pes Pérez, con un minuto de silencio previo al inicio del juego).

La muerte de Guruceta, industrial del calzado donostiarra de 45 años, causó un gran impacto en el fútbol español porque era el árbitro más famoso de la Liga, todo un personaje tanto en sus virtudes como en sus defectos.

De estos últimos hay que recordar al menos dos:

- Los seis meses que estuvo sancionado (y 14 temporadas recusado por el FC Barcelona) por decidir una eliminatoria de semifinal de Copa entre Real Madrid y Barça pitando un polémico penalti de Rifé a Velázquez (según unos, fue fuera del área; según otros, hubo varias faltas continuas y la última fue dentro del área).

- Los seis meses que estuvo en excedencia tras admitir el presidente del Anderlecht haber entregado a Guruceta un millón de francos belgas (unos 24.000 euros) por hacerle ganar al Nottingham Forest en las semifinales de la Copa de la UEFA de 1984.

Pero, polémicas al margen, a Guruceta hay que reconocerle su indudable carisma, que sirvió para dignificar la labor arbitral. Discutido hasta límites insospechados y alabado como pocos, marcó un estilo propio.

El otro colegiado guipuzcoano de Primera, Urío Velázquez, comentaba: "Destacaría de él su gran humanidad, su gran corazón, aparte de su categoría como árbitro. Lo más importante es que era amigo de todos. Un hombre al que no le afectaban las críticas porque pasaba de ellas".