Para qué usar más de tres palabras para un titular: Juan Mari Feliu. Con ellas presento a uno de los últimos referentes del montañismo navarro y vasco. Vasco navarro.

El encuentro para esta, digamos entrevista, fue en el Hotel Maisonnave de Iruña, tal que el 30 de septiembre. Tenía pendiente quedar con esta eminencia del montañismo vasco y del abertzalismo, en parte, unidos en la historia. Coincidimos ambos en la comisión del Centenario de la FVNA y fueron muchas reuniones las que mantuvimos por toda Euzkadi y sellamos amistad. Antes le conocí al ir a estudiar a su pueblo uno de los pocos topónimos Miravalles que hay en Nafarroa.

Dejadme contar cómo fui a Pamplona. Salí de Orozko en mi viejo coche y lo aparqué en Lakua, Gasteiz. Cogí el tranvía y me acerqué a la parada Parlamento para ir andando hasta la estación de ferrocarril en la calle Dato, cogiendo el tren de las 9.55 h a Pamplona. Quería ir en el caballo de hierro dado que en esa estación mi aitite fue jefe y yo, en 1969, daba la salida los fines de semana al Talgo, con la gorra y el silbato oficial, y dormía en la propia estación, en la primera planta. Luego volvía a Ugao y decía a mis amiguitos que había jugado con trenes de verdad. Ahí comencé a escalar montañas, con 4 años.

Llegado a Iruña me esperaba en la estación el investigador de Isaba, reputado escritor navarro, con más de 60 libros impresos sobre antropología e historia, Fernando Hualde, con quien en autobús (cosa rara, así se lo pedí para ganar tiempo, dado que él siempre va andando a todos los lugares por lejos que estén) fuimos al centro de la capital del viejo Reino. El regreso a casa fue idéntico, pero al revés. Tren, tranvía y coche.

Volví con ocho libros de regalo dedicados por ambos autores. Tres de Feliu y cinco de Hualde. A gusto porteé la mochila con gran peso desde la ciudadela, andando, hasta la estación de tren.

Juan Mari Feliu tiene 48 libros publicados sobre montañismo. Los tres títulos regalados y dedicados fueron; Rutas por las fortalezas del Reino de Navarra (2014), idem año siguiente, y Los Pirineos, una frontera con amargas historias (2023). Los primeros libros que publicó fueron sobre senderos de montaña, PRs, siendo pionero en el Estado español en la materia.

El curriculum mendizale de Feliu es como para un artículo entero de Historias Montañeras que suele tener 800 palabras. Otro artículo sería la relación de documentos, libros, material sobre alpinismo y varios sobre montañismo vasco que ha donado a archivos propios de cuidarlos. Ingente cantidad de documentación y lo que me queda por dar, según me cuenta. Esto también nos une. Ambos entregamos el material donado con índice y registro propio en una ficha, cosa que agradecen los archivos. Es un trabajo importante y extra a llevar a cabo.

Llegados aquí ya veo que poco de lo que quería contar voy a poder escribir. He pasado de la mitad de palabras del artículo y ni he empezado. Esto quiere decir que habrá segunda entrega.

Vayamos al origen familiar. Su aita, que fue concejal de ERC en Manresa, estando en un campo de concentración en Francia, se encontró con su futura esposa a su paso por Andorra.

Que conste que yo había quedado con él para hablar de su historia montañera genérica, pero, típico en mí que cambio como el tiempo, a tiempo real, me centré en escucharle sobre la historia de la cima del Atunraju, casi un 6000, en Perú, y la foto de la ikurriña que le supuso cárcel. O sea que todo lo que pensaba hablar con él, casi ni lo hice, pero contento volví.

Vamos a dejar la historia para una segunda parte el domingo que viene, la introducción ya está hecha. Sólo contar que en el talego por lo de la foto con la bicrucífera que inventaron Sabino y Luis Arana Goiri, aquella originaria bandera de Bizkaia, luego vasca, fue el prisionero del año. Desconocía este dato. Muchos países presionaron al gobierno español para que lo soltaran, pues nada había hecho más que querer a su patria. Lideró la campaña Amnesty International. Fraga lo excarceló.

Juan Mari es articulista, escritor, ha sido político y concejal en cinco legislaturas. Representó al PNV, fundador de EGI en Nafarroa, a EA, y finalmente a BILDU. En Huarte, donde vive y tiene su casa museo montañera como nunca he visto otra cosa igual. Nació en Iruña en 1942 y empieza en serio con la montaña con 13 años, primero asociado al histórico club pamplonés Oberena, luego al Club Deportivo Navarra.