national harbor - Al contrario de lo que cabría esperar, Donald Trump no ha cambiado un ápice de su temperamento por el simple hecho de convertirse en el presidente del país más poderoso del mundo. Sus habituales salidas de tono en las redes sociales se han reproducido también en los atriles oficiales, desde los que ya ha generado más de una controversia debido a su incontinencia verbal.

La última, ayer mismo, cuando el otrora magnate tiró por tierra los esforzados intentos de sus secretarios de Estado y Seguridad Nacional por rebajar las tensiones con sus vecinos mexicanos. Si el jueves Rex Tillerson y John Kelly negaron durante una reunión con sus homólogos Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio que se vayan a producir deportaciones masivas e intervenciones de tipo militar para controlar los flujos migratorios, pocas horas después Donald Trump ensalzaba los “buenos trabajos” que se están llevando a cabo “en la frontera” sur y aprovechaba una comparecencia ante la Conferencia anual de Acción Política para anunciar que la construcción del muro con México va a comenzar “antes de lo previsto”. El gobernante republicano defendió su plan de reforzar el control migratorio para echar de EEUU a los “tipos malos” y tranquilizó a su sector más ultra garantizando que el muro se terminará levantando. “Vamos a construir el muro, no os preocupéis. De hecho, va a comenzar pronto, antes de lo previsto”, subrayó Trump en su encuentro con la principal plataforma conservadurista de EEUU.

“Vamos a emprender una acción rápida y contundente para asegurar la frontera sur de Estados Unidos y a empezar la construcción de un gran, gran muro fronterizo”, insistió el presidente, al subrayar su intención de detener “el flujo de inmigración ilegal”. Trump indicó, sin aportar detalles, que “los agentes de inmigración están encontrando a miembros de bandas, traficantes de drogas y extranjeros criminales y echándolos fuera del país”. “No les dejaremos volver. No van a regresar. Y si lo hacen, se toparán con problemas más grandes de los que jamás han soñado”, agregó el multimillonario neoyorquino.

filtraciones Pero de la vacilación del mandatario quedó buena muestra también ayer. Trump pasó de felicitar la tarea de unos funcionarios americanos, los controladores de frontera, para atacar a otros. En este caso, a los del buró federal de investigaciones, el FBI, a quienes consideró “incapaces” de detener las filtraciones de información a la prensa. “El FBI es totalmente incapaz de detener a los filtradores de seguridad nacional que se han infiltrado en nuestro Gobierno desde hace mucho tiempo”, cargo Trump en su plataforma paralela de propaganda, es decir, su cuenta personal de Twitter. “La información clasificada que se está dando a los medios puede tener un efecto devastador”, sostuvo Trump en una declaraciones que se producen a raíz de que se conociera que el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Reince Priebus, intentó este mes sin éxito que esa agencia desacreditara la campaña electoral de Trump con informaciones sobre Rusia. - Efe

trump saca a la ‘cnn’ de la casa blanca

Guerra a las ‘fake-news’. La Casa Blanca impidió ayer a varios periodistas asistir a un encuentro con el portavoz presidencial, Sean Spicer, en un nuevo capítulo de la controvertida relación entre la Administración de Donald Trump con los medios de comunicación. Según informaron varios medios afectados, entre ellos CNN y The New York Times, el personal de la Casa Blanca seleccionó a los periodistas que asistirían a un encuentro con Spicer. La versión oficial es que los reporteros vetados no habían confirmado asistencia, si bien los afectados denunciaron un sesgo interesado. Sí que pudo entrar Breitbart News, la plataforma de su asesor, Steve Bannon.

Cárceles privadas. Trump anuló ayer la normativa Obama por la que se prohibían las cárceles privadas, criticadas duramente por varias organizaciones no gubernamentales.

Beligerancia. El mandatario aprovecho su comparecencia ante la plataforma conservadurista más ultra del país, ante la que exhibió su músculo más beligerante. “¿Cuándo fue la última vez que ganamos una guerra, algo?”, se preguntó.