Cientos de funcionarios estadounidenses han criticado en las últimas horas la política del presidente Joe Biden de alineamiento absoluto con Israel, al tiempo que piden un alto el fuego en Gaza.

El diario The New York Times se hace hoy eco de dos cartas -que no han circulado en público-, una de ellas firmada por 400 funcionarios de 40 agencias gubernamentales distintas, y otra de 1.000 trabajadores de la USAID, la agencia estadounidense de cooperación internacional, con una vasta presencia en el tercer mundo.

Las dos cartas son anónimas, pues sus firmantes se han negado a publicar sus nombres por "temor a represalias por nuestra seguridad personal y la pérdida potencial de nuestros trabajos", según explicó al diario uno de los signatarios de la segunda carta.

En sustancia, las dos misivas comienzan condenando los ataques de Hamás del pasado 7 de octubre, pero en este momento exigen un alto el fuego inmediato y piden a su gobierno que presione a Israel para que permita la entrada de ayuda humanitaria en Gaza.

Hasta el momento, EEUU se ha negado a sumarse a los llamamientos al alto el fuego, repitiendo la tesis israelí de que solo serviría para que Hamás se reagrupe y se rearme, y la misma ONU ha vetado una resolución que pedía esa tregua, además de ponerse en evidencia cuando otra resolución de la Asamblea General contó con un apoyo abrumador mundial pero EEUU volvió a alinearse con Israel.

El NYT cita a dos altos cargos que han promovido la primera carta, y aseguran que ha sido firmada por funcionarios del Departamento de Justicia, del FBI y del Consejo Nacional de Seguridad, entre otros organismos, todos ellos haciéndose eco de que tanto las bases del Partido Demócrata de Biden como la opinión pública de EEUU apoya un alto el fuego.

Señalan además los riesgos políticos que esta alianza incondicional puede suponer para EEUU: "Los americanos no queremos que el Ejército (del país) se vea arrastrado a otra guerra costosa y sin sentido en Oriente Medio", reza el texto.

No es esta la primera contestación interna al alineamiento de Biden con Israel: hace varias semanas, un grupo de funcionarios del Departamento de Estado también lo criticaron, en ese caso con nombres y apellidos, acogiéndose a un derecho a expresar disenso expresamente reconocido desde los tiempos de la guerra de Vietnam.