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Las pelotaris del Pirineo se enfrentan a nuevos retos

Tras haber logrado proclamarse subcampeonas en el Mundial Sub-22 de paleta goma, ahora retoman los entrenamientos con nuevos retos en mente

Las pelotaris del Pirineo se enfrentan a nuevos retosOSKAR MONTERO

PAMPLONA - A pesar de su corta edad, las pelotaris Izaskun Arrosagaray, de Aurizberri, y Rebeka Contin, de Ezcároz, pueden presumir de haber sido campeonas de España Sub-22 en paleta femenina en el torneo que se celebró en junio en Tenerife y de haber participado en el IX Campeonato Mundial Sub-22 en frontón de 30 metros, celebrado en septiembre en Palencia. Junto a las vascas Amaia Irazustabarrena y Maider Huici, se proclamaron subcampeonas en la modalidad de paleta goma tras perder la final ante las mexicanas en un enfrentamiento muy exigente. “El seleccionador nos dijo que saliéramos a jugar tranquilas y a disfrutar”, explicaba Contin. “Estamos muy satisfechas con el resultado”, afirmaba Arrosagaray.

Aunque la pelota goma es un deporte tradicionalmente de hombres, una veintena de mujeres navarras se van abriendo paso con esfuerzo y a base de entrenar en este deporte que va más allá de la competitividad, un deporte de amistad y de caminar juntas hacia la misma meta. Ahora, tras la resaca de los buenos resultados cosechados en este año 2015, las pirenaicas vuelve a entrenar afrontando nuevos retos y desafíos.

IZASKUN, LA JOVEN PROMESA Con tan sólo 6 años, Izaskun Arrosagaray ya recuerda haber jugado con su aita y su hermano en el frontón de Aurizberri-Espinal, donde reside. Su padre Iñaki participó en varios mundiales y fue campeón de pelota cuero en muchas ocasiones, una afición que ha sabido transmitir a su hija, que ahora tiene 17 años. Al no haber aquí chicas de su misma categoría, Izaskun decidió probar suerte entrenando los viernes en el trinquete de Baigorri, que le quedaba cerca de Luzaide, de donde es oriundo su padre. Aunque antes jugaban 8 chicas, en los últimos años se suelen juntar unas 4. Por si fuera poco, entre semana también entrena en el trinquete de Mendillorri, además de estudiar la carrera de Magisterio infantil en la UPNA.

A su corta edad, ha participado en muchas competiciones, la última el pasado fin de semana en Pau, pero sin duda, lo más especial ha sido participar en su primer Mundial, que a buen seguro tampoco será el último.

REBECA, LA TODOTERRENO “La afición me viene del aita, desde txiki ya me llevaba al frontón”, recordaba Rebeca. Ya desde los 8 años, empezó a jugar a pala en la escuela de pelota de Salazar y luego pasó al Club Oberena. A sus 21 años, esta joven de Ezcároz estudia Magisterio de primaria en la UPNA y juega a fútbol sala en el Txantrea, en Segunda División, compaginando todos sus quehaceres. “Hasta ahora no me ha dado problema, entreno a las dos cosas y en los ratos libres, a estudiar”, explicaba Contin. Lo que sí echa en falta es su pueblo, al que acude cada vez menos porque los fines de semana tiene partidos, pero se escapa siempre que puede.

Tiene un largo palmarés, pero de lo que más orgullosa está es de haber ganado la medalla de bronce en los anteriores mundiales de Uruguay y México y la medalla de plata en el Mundial de Palencia, que sin duda ha sido el más importante para ella.

PREPARACIÓN Durante las semanas previas al Mundial, las palistas acudían a entrenar cada tres semanas a Valencia, donde está la sede de la Federación, ya que es el único lugar donde hay frontón de 30 metros. Pero estas citas eran escasas, así que cada semana se preparaban en el frontón de Bizkarreta-Gerendiain.

El Mundial fue muy especial para ambas, porque al ser en casa, la familia pudo ir a verlas, cosa que les hizo prepararse con más ganas. “Me machaqué bastante, corría tres o cuatro días a la semana en Ezcároz, y luego seguía estrictamente la dieta”, afirmaba Contin, que tuvo que bajar ocho kilos. Más suerte corrió Arrosagaray. “Lo mío era menos estricto, tuve que adelgazar 3 kilos”, afirmaba. Y es que al principio les costó mucho dejar de comer pan y alimentarse a base de verduras y de carne a la plancha, pero consiguieron su meta y el 16 de agosto les seleccionaron para el Mundial. Fue una bonita experiencia para ambas porque conocieron gente de su edad y de otros países que compartían su misma afición. Ahora ya están pensando en los próximos objetivos. En el caso de Izaskun, prepararse para el Mundial Sub-22 del año que viene. Rebeca, en cambio, confía en ser seleccionada para el Mundial Absoluto de Barcelona 2018. Sólo les queda entrenar duro para conseguir su sueño.