VILLAVA - El Ayuntamiento de Villava ultima la aprobación provisional del nuevo Plan Municipal, el instrumento de ordenación que marcará las líneas del acotado crecimiento urbanístico de la villa. El proyecto lleva diez años sin ver la luz tras abordarse la primera revisión del plan en 2006. El planeamiento en vigor data de 1996. Este mismo mes la comisión de Urbanismo ha conocido la propuesta final que debe pasar por pleno aunque está pendiente de cierre por cuestiones técnicas y no entrará a debate en la sesión prevista para el próximo martes. El alcalde Mikel Oteiza aseguró ayer que los trabajos se han ralentizado ante la necesidad de elaborar un informe analizando todas las alegaciones presentadas.

Uno de los principales cambios del plan es que se rebajan las alturas de las nuevas viviendas previstas en la unidad Barcos a planta baja más cinco alturas. Así, frente al instituto se proponía completar la plaza circular de acceso a Villava con una edificación (AR-2, Barcos) diseñada de forma que sus fachadas “respondan a su volumetría en cada una de las calles adyacentes” (B+3 frente a la calle Fermín Tirapu, B+5 frente a la plaza Bidaburura y B+7 frente a la calle Ezkaba, según la propuesta inicial. En esta unidad, que planteaba en origen 66 pisos, se concentran los derechos edificatorios de Ion Graf (32 viviendas). La “demanda” vecinal ha llevado al gobierno municipal a “recalcular” los aprovechamientos urbanísticos que le corresponden a la empresa situada junto al parque fluvial, en un terreno “inundable, y le hemos dado una salida posible y digna”, abundó el primer edil. Igualmente, se elimina la nave de Zozaya trasladando su aprovechamiento urbanístico a la zona de Dominicas (UO-2), con unas 34 viviendas. Igualmente, se elimina la nave de Zozaya trasladando su aprovechamiento urbanístico a la zona de Dominicas (UO-2), con unas 34 viviendas. El plan diseña también una alternativa en la UOA-3 (gasolinera Ezkaba) para que, en caso de traslado, se planteé una manzana (43 viviendas) junto al grupo de viviendas dejando libre la zona de la ladera del monte apoyada con algún equipamiento público. Prevé por otro lado un equipamiento polivalente residencia de día en los locales de la antigua Casa de Cultura, así como espacios libres y dotacionales en las nuevas unidades. Esparza se mantiene al no ser una industria contaminante y estar “integrada” en el tejido urbano. En total, se plantean un total de 260 nuevas viviendas frente a las 740 del plan del 2006. Por otro lado, el Ayuntamiento ha sacado a licitación la redacción de un estudio de reordenación del tráfico en la villa.

La papelera San Andrés. Una clave del plan es la salida de la papelera. Con el traslado de la papelera (las actuales edificaciones se consolidan mientras “permanezca la actividad actual”, dice el documento) se consigue que la calle San Andrés tenga un tratamiento de “boulevard con un tráfico más restringido”. En esta zona se dibujan 125 viviendas. Además, el desarrollo de la esquina de calle Mayor y San Andrés pretende “dignificar” la calle Mayor y propiciar su ejecución pese a que la papelera continúe.

Historia. En 2007 el equipo redactor realizó una propuesta que no logró el consenso municipal. El plan quedó paralizado hasta que en 2013 se impulsó un nuevo proceso de debate ciudadano. En mayo de 2015 el nuevo proyecto fue aprobado en pleno inicialmente antes de las elecciones.