abía que poner a las personas en el centro y hacer posible que recuperaran el espacio ocupado por los coches y otros obstáculos que impedían a la vecindad de Burgui el uso y disfrute de su plaza. Con este claro objetivo y gracias a un proceso participativo y popular, el espacio luce hoy funcional, confortable y colorido.

El aspecto que presenta actualmente la plaza burguiarra es el resultado de la implicación de vecinos y vecinas que han dado forma a sus ideas de cómo podría ser más amable ese espacio neurálgico del pueblo. "Ha sido el primer proyecto participativo y un éxito, porque desde las primeras sesiones de trabajo (se extendieron desde abril a junio de 2019) fue importante el nivel de participación, así como en los días que se llevó a cabo la intervención, a finales de septiembre", apuntaba la alcaldesa, Elena Calvo.

El proyecto de diagnóstico urbano participativo denominado Burgui Amable, analizó a mediados de 2019 toda la villa y elaboró un análisis enmarcado en la Estrategia de Envejecimiento Activo de Navarra 2017-2022, en su vertiente urbanística. Partía de la iniciativa emprendida desde la Dirección General de Ordenación del Territorio del Gobierno foral para abrir procesos participativos, a pie de calle y en entornos rurales, con una concepción diferente del urbanismo: más dinámico, social e inclusivo que tuviera en cuenta las necesidades de las personas que lo habitan.

"El pueblo tenía claro que, de actuar en algún sitio, el primer espacio sería la plaza", recuerda la alcaldesa. La plaza de Abajo, lugar de encuentro y reunión de muchas personas (de la localidad roncalesa y visitantes) estaba ocupada constantemente por automóviles privados, convertida en aparcamiento. Devolver este espacio público tan simbólico a las personas, en concreto para las más vulnerables como mayores, niños y niñas, y recuperar la esencia de la plaza se identificó desde el principio como algo prioritario. El Gobierno les dio la oportunidad de llevarlo a cabo y con la ayuda de la empresa cAnicca realizaron el proyecto.

NORMAS DE USO El nuevo funcionamiento de la plaza está recogido en un documento público y contempla zonas marcadas con colores (lila) que indican la parte reservada exclusivamente para carga y descarga de camiones y camionetas relacionados con los establecimientos comerciales (bar, casa rural y tienda), con pivotes y llave a disposición de estos que serán los que permitan y se responsabilicen del acceso.

La plaza contiene también diseñados los espacios peatonales. Sus vecinos y servicios de emergencia podrán hacer uso puntual de ellos. Asimismo, está pintada de color rosa la zona de aparcamiento libre por periodos breves para necesidades concretas.

Jardineras y bancos completan el espacio público de la nueva plaza , resultado del proceso que se abre ahora a un periodo de prueba para ajustar últimas cuestiones con posibles aportaciones. Después, se cerrará su funcionamiento en una asamblea.

"El pueblo está satisfecho porque por fin hay un espacio solo para las personas en el que yo creo que quedan cubiertas todas las necesidades de la población", opina la alcaldesa. Añade Elena Calvo que esta forma de detectar las necesidades cotidianas para hacer el pueblo más amable y cómodo es la forma idónea en la que el Ayuntamiento quiere trabajar. "Ojalá podamos hacer más procesos de este tipo, trabajar de forma abierta y que el pueblo decida por sí mismo", expresaba.

Esta actuación como una forma de gestión urbana ha hecho que la plaza de Burgui sea hoy un lugar funcional y práctico gracias al binomio de la implicación vecinal en el diseño del propio espacio urbano de la mano del Ayuntamiento y respaldo del Gobierno (proyecto, acondicionamiento, mobiliario, además de ayudas covid-19) para el disfrute y mejor uso, más en estos tiempos de pandemia tan necesarios de espacios abiertos y seguros.