Una imponente casa del siglo XVIII, en Adoáin (Urraúl Alto) uno de los enclaves más deshabitados de Europa, con solo un habitante permanente de 93 años. Y allí en medio del silencio y la calma que rodea sus cuatro calles se erige Casa Perotx, un antiguo caserón de piedra, incluido en el Registro de Bienes del Patrimonio Cultural de Navarra, como bien de relevancia local y patrimonio inmaterial, pero en situación de abandono desde hace dos décadas.

Porque tras su pasado de siglos de historia, entre 1980 y 2005 Perotx, una mansión de cuatro plantas conectadas por una escalera de madera y con un espléndido frontón cubierto, estuvo cedida por el Gobierno de Navarra a la Orden de los Capuchinos, y llevó a ser un espacio de uso que acogió campamentos de verano y celebraciones populares. Han pasado 20 años, y la casa vacía pide volver a la vida. Así nació el Proyecto Perotx, que se ha propuesto “devolver al edificio esa función colectiva, convirtiéndola, de nuevo, en un lugar de convivencia, abierto a la colaboración intergeneracional entre las personas residentes y la población flotante”. Y sobre todo por una cuestión vital, para “convertirla en un elemento clave para la recuperación cultural, social y emocional de un territorio demográficamente abocado a la extinción”, señalan.

Iñigo Martínez (centro), junto a otros miembros del grupo. CEDIDA

Iñigo Martínez es la persona que está liderando el Proyecto Perotx, al que se vio abocado por su relación con Urraúl Alto: “Aunque yo soy la cara más visible, estamos un grupo motor de 4 personas, dentro de un colectivo más amplio de una veintena, de distintos puntos del Estado”, indica.

-¿Cómo colaborar?

Dirígete a www.goteo.org/project/perotx

-Para recibir más información puedes ponerte en

contacto a través de la página web: www.perotx.

com o llamar a 686 485 980.

-Además, puedes seguir el proyecto en instagram a

través del perfil @perotx135

-Un valle en riesgo de despoblación.

En los 12 municipios de Urraúl Alto hay 133 empadronados, pero apenas viven allí 60. l Perotx y el euskera. En Perotx nació en 1801 Benito Gil, coetáneo del Padre Esteban de Adoáin, y, como él, euskaldun. Fue uno de los informantes de Louis Lucien Bonaparte para la elaboración del mapa dialectal del euskera de 1863.

Pero la historia parte del corazón: “Empieza por mi vinculación con el valle, ya que pasé las vacaciones de mi infancia en Santa Fe. Mis aitas alquilaban la casa del ermitaño, antes de que se convirtiese en hospedería. Así durante 25 años”, rememora. Hace año y medio vio que el Gobierno foral subastaba Casa Perotx en Adoáin, y se lanzó:“Conseguimos hacernos con ella, pero entonces nos asaltaron las dudas: ¿Qué hacer con un caserón de 800 m2, con un frontón cerrado, un pajar y un jardín precioso?”.

Tenía que ser “un proyecto colectivo para grupos, vinculado con la cultura, que era un poco el ámbito del que procedíamos la mayoría de los que estamos”, y “dada la ubicación, a 45 minutos de Iruña, veíamos que tenía que ser un sitio al que la gente fuera a pasar varios días” y “siempre dirigido a colectivos”, bien “porque viene un grupo grande, de teatro, o de música, o un grupo de amigos, pero porque vienen a hacer una actividad de forma colectiva”, señaló, y citó como ejemplo “los espacios de retiro de yoga. Hablamos de un formato de alojamiento y manutención, pero con la posibilidad de ofrecer cualquier tipo de actividad”, precisa.

Proyecto de rehabilitación sostenible

El proyecto de rehabilitación ha sido desarrollado por el estudio de Rafael Aristu con una “visión sostenible y ecológica”, un plan de recuperación que cuenta con el respaldo del Gobierno de Navarra, de la mano de Estrategias de Desarrollo Local Participativo promovidas por Cederna-Garalur. “Pero solo cubrirá el 30% de parte del presupuesto, siempre y cuando además la obra total se ejecute antes de abril de 2026”, dice. Es por eso que se han visto abocados “a lanzar una campaña de crowdfunding en la plataforma de micromecenazgos goteo.org, “con el objetivo de sumar apoyos que permitan completar parte del presupuesto y convertir el proyecto en una realidad”.

Pero, más allá del apoyo económico, “la campaña se plantea como una oportunidad para invitar a las personas comprometidas con el territorio, la cultura viva a formar parte de una comunidad en construcción”. Porque las personas cofinanciadoras serán invitadas a formar parte del tejido colectivo “que codiseñe y amplíe el proyecto de intervención comunitaria”.

¿Ycómo se involucra en el valle? “Con una cooperativa de trabajo empadronada en Andoáin; una asociación sociocultural, una red de alianzas con entidades locales, y, sobre todo, con gentes del valle, “quienes constituyen el sentido fundamental de la iniciativa”, señalan.