Arantza Alonso Zapata nació en Galdakao, Bizkaia, en 1975. Hace dos décadas, se mudó a Marcilla, el pueblo de su madre, Demetria Zapata.

Sin embargo, cada vez que volvía a su Galdakao natal, su mirada se quedaba fija en Beriáin. “Al pasar por aquí, me parecía un pueblo tranquilo, chiquitito, acogedor y que estaba muy cerca de Pamplona".

"Estuvimos tres años viviendo en Marcilla y después mi marido, José González Navaz, y yo decidimos venirnos a Beriáin, donde ya llevamos 18 años”, explica Arantza. Su hija, Daniela González Alonso, fue al Colegio Comarcal y Arantza entró en la APYMA .

“Quería formar parte porque me gusta colaborar”, señala Arantza, que también forma parte de la Comisión de Fiestas, la Cabalgata de Reyes Magos, coordina el equipo de fútbol e incluso recuperó el club de baloncesto.

Todas estas acciones altruistas han tenido este jueves su recompensa porque fue la encargada de prender la mecha de las fiestas de Beriáin, que se alargarán hasta el domingo 4 de septiembre. “Estoy muy nerviosa. Me gustaría agradecer a la comisión de fiestas que haya confiado en mí porque es un momento único, pero para alguien que encima llega como forastera a este pueblo hace 18 años, imagínate. Hace siete años, la gente me empezó a conocer y hoy tirar el chupinazo de Beriáin… Tengo ganas de llorar, es increíble”, afirmó emocionada Arantza.

Arantza estuvo acompañada en el balcón por su madre y su hermana, Carmen Alonso. “Nos ha hecho mucha ilusión. No todos los días se ve esto. Ha sido un momento muy especial para nosotras”, aseguró Carmen, que, junto con Demetria, habían venido desde Culebras, un pequeño pueblo de Cuenca, para disfrutar de este día tan especial para la familia.

Tras el chupinazo, una treintena de chicos y chicas encendieron unas bengalas y la plaza Larre se tiñó de verde, naranja y rojo. Desde el balcón del club de jubilados, se empezaron a lanzar caramelos y la juventud empezó a saltar de alegría con los primeros acordes de la txaranga Igandea.

Después de la kalejira, los jubilados comieron con sobremesa musical y los jóvenes saciaron los estómagos con una comida autogestionada en el merendero de las piscinas municipales.A la tarde, hubo salida de gigantes y cabezudos, encierro de toros de agua, y toro de fuego. 

Para hoy, hay procesión y misa con apertivo amenizado por Voces Navarras, salida de la comparsa de gigantes y cabezudos y comida del día de la mujer amenizada por Electrocarro. “Este año salimos 336 mujeres disfrazadas de ibizencas. Nos vamos a comer Beriáin”, adelantó Arantza.

Candidata en 2020

Hace dos años, las madres del club de baloncesto de Beriáin propusieron a Arantza como candidata para tirar el chupinazo de las fiestas de la localidad. “Creían que había que poner en valor el haber relanzado el equipo de baloncesto. Sin embargo, mi candidatura se quedó ahí porque esas fiestas no existieron. Y este año, en una reunión de la comisión de fiestas en la que yo no estaba, debieron hablar de mantener mi candidatura, no solo por el baloncesto, sino por la implicación y colaboración en la vida del pueblo”, explicó Arantza.

Hace tres años, Yolanda Osorio, jugadora y primera impulsora del baloncesto en Beriain, dejó la coordinación del club, que se encontraba en una situación crítica: no había entrenador ni directora y diez niñas apenas conformaban un equipo. “No había mucha gente jugando y para que la sección de baloncesto se mantuviera a flote se necesitaban muchas horas e implicación. Como en ese momento no estaba trabajando, me lancé y engañé a mi marido para que fuera el entrenador de las chicas, que en esa época jugaban en categoría infantil.

En la actualidad, la sección de baloncesto presume de buena salud ya que ha pasado de diez a noventa integrantes y de uno a siete equipos. “El éxito reside en que la gente pudo conocer el deporte y que se enteró de que podía practicar en el pueblo sin pagar, haciendo cantera y enseñándoles de una manera más lúdica y divertida”.

Cuarenta y cinco minutos antes del del chupinazo, los concejales y concejalas del Ayuntamiento de Beriáin impusieron el pañuelo a los 28 niños y niñas nacidas en 2021 en la localidad: Amina Aghmir Bouchaibat, Nora Aghmir Bouchaibat, Julen Aguirre Reguera, Ibai Aicua Reguera, Daniel Antunez Pérez, Maysa Azzouzi Zinoun, Youssef Bahlouli Hamdi, Adam Benaicha Laaouichi, Naira Berrio Echeverría, Nadia Bravo Pérez, Axel Calso Jiménez, María Dakhil Mekhimar, Lucas González Salas, Violeta García Grande, Rebeca Jiménez, Atenea López Jiménez, Arrate Leoné, Gioele Magutti Marcos, Sofía Mendoza Villegas, Antonella Morales Velásquez, Oier Ortega Urdiain, Yasmin Ouassaid Hamdi, Olivia Rodríguez de Carvalho Dalia, Julia Roncal Vicente, Chloe Sánchez García, Daniel Savva, Astor Vandenbosch Manole y Dylan Villaplana Menezes.

El protagonista de este acto, celebrado en el teatro, fue Lucas González Salas, un niño de 18 meses, que, después de recibir su pañuelico rojo, no se quiso bajar del escenario y no se le ocurrió otra cosa que tirarse al suelo. Su madre, Eva Salas, le tuvo que sacar arrastras. “Desde que hemos llegado, se quería quedar en el escenario. Es un terremoto y vamos a disfrutar de las fiestas a tope. Iremos a las barracas y a bailar”, avanzó Eva. Se les veía con ganas de foesya ya que no pararon de saltar y bailar mientras los concejales de la localidad terminaban de imponer los pañuelos al resto de la chiquillería.