Como si estuviera lloviendo vino. Así ha comenzado Arguedas sus fiestas patronales en honor a San Esteban. Una gran multitud de jóvenes, deseosos de mojarse a causa de las altas temperaturas, se han concentrado bajo el balcón del Ayuntamiento instantes antes de que dieran las 12. Decididos a empezar la fiesta, han comenzado a lanzar kalimotxo y sangría a todo aquel que estuviera al lado, mientras la música de la charanga resonaba por todo el pueblo.

Antes de que estallara el primer cohete, el alcalde ha dado un elegante discurso en el que ha recordado a los voluntarios y agricultores que ayudaron a apagar el incendio que el pasado mes de junio asoló Arguedas y Valtierra. Una tragedia a la que se enfrentaron solos en muchos casos y que invadió ambos pueblos de desolación e impotencia, pero que afortunadamente no tuvo graves consecuencias. Para ellos, José Mª Pardo ha querido pedir un aplauso ante una abarrotada plaza de los Fueros que no ha dudado en acompañarle en el homenaje. Luego, le han seguido los tradicionales “vivas” a San Esteban, a la Virgen del Yugo, a Navarra y a Arguedas.

Una vez ha estallado el cohete, el kalimotxo ha ido inundando lentamente las calles de la localidad, dejando densos regueros morados que los jóvenes, con la euforia y emoción de la charanga, no han dudado en pisar sin apenas inmutarse. Lo cierto es que el calor ha invitado a lo propio y no han faltado los espráis, cubos y hasta una manguera que han ayudado a mantener la plaza lo más fresca posible. Las camisetas de los jóvenes, que en algún momento de la mañana habían sido blancas, en pocos minutos ya estaban empapadas y teñidas de morado. Y, aunque se agradecían los lanzamientos esporádicos de agua y vino para poder soportar el calor que hacía, uno debía andarse con ojo, no fuera a ser que, por algún casual, le empaparan la cámara de fotos.

A pesar de que la gran cantidad de gente le ha impedido transitar con demasiada celeridad, la charanga ha comenzado su procesión por las calles. Por eso, y por el calor, esta no ha dudado en asentarse varios minutos en el pasaje entre la plaza de los Fueros y la calle Real, antes de continuar su recorrido por el ardiente pavimento arguedano. Han quedado inaugurados así nueve días de fiestas que, hasta el día 14, llenarán la localidad de la música de las charangas y verbenas, de gigantes y caballitos y de vacas y encierros del Estrecho.

El alcalde ha defendido que iban a ser unas fiestas “extraordinarias”, ya que la gente tenía demasiadas ganas de que empezaran y ha puesto como ejemplo las prefiestas, donde se realizaron algunos conciertos, como el de Puro Relajo, con la plaza “totalmente llena”. Además, ha explicado que los dos pilares de las fiestas de Arguedas son los encierros del Estrecho con las vaquillas y las orquestas nocturnas, que se llevaban la mayor parte del presupuesto. Por ello, desde el Consistorio han asegurado haber “reforzado” ambos eventos con nuevas ganaderías y una gran variedad musical. En total, unos 196.000 euros de presupuesto, 30.000 euros más que en 2019, para hacer frente a las primeras fiestas después de la pandemia. 

Serán además las primeras fiestas que ha organizado Pardo como alcalde, que accedió al cargo tras la dimisión en 2020 de Fernando Mendoza por motivos laborales. Sin embargo, Pardo no era ningún desconocido, pues entonces ya llevaba más de una década de concejal. Aún así, el primer edil ha asegurado que este año esperan que las fiestas estén “a reventar”.

Aunque todavía es pronto para ver si las previsiones se cumplen o no, durante el cohete ha habido una gran asistencia de personas que, lejos de desanimarse por el calor, han visto en el agua y el kalimotxo el mejor aliado posible.