Desde que levantó la persiana, el sábado día 24, Irunberriko Barraka ha llenado de fiesta la plaza de los Fuerosde Lumbier con su programa alternativo Irunberriko Jai Herrikoiak 2024 euskaldunak, parte-hartzaileak eta feministak (fiestas populares de Lumbier, euskaldunas, participativas y feministas) con nueva imagen y programa alternativo también suscrito por Irazarra (asociación de mayores) y Zintzur (grupo de euskera local).

Se levantó esa misma mañana en un auzolan de más de 30 personas en respuesta a la llamada del colectivo, obligado en esta ocasión a instalarla en 24 horas para afrontar sus compromisos, ya que el espacio estaba reservado por el Ayuntamiento para otra actividad.

El programa arrancó con los primeros actos de la semana cultural: Grafitiak, Hiri Dantza y el recital del cantautor Jesús Aiesa. Continuó el martes con Bertsolariak ( Ekhiñe Zapiain, Josu Sanjurjo y Sarai Robles). El mediodía del miércoles lo ocupó Diana Krafetera eskulanak y el grupo local Kantirun protagonizó la velada de la tarde-noche. Y la cantaura Julene Bakarlaria cerró la semana cultural. La feria artesanal, también programada para ese día, se suspendió por la lluvia.

Las dos sesiones del grupo Biziraun fueron el plato estrella del viernes, víspera. El sábado se repartió entre la magia de Wallas Magoa para el público infantil y los conciertos nocturnos. El domingo, el Kantuz comarcal recorrió la villa y el campeón de la aizkora Iker Vicente atrajo a la afición del deporte rural. Zikiro, comida de Irazarra, DJ....han completado su variada agenda de fiesta y reivindicación.

Concentración del colectivo en contra de las trabas a su programación. Marian Zozaya

La de este año se ha centrado en contra de las agresiones sexistas (en respuesta a la negativa de la AIL, grupo municipal mayoritario, a la colocación de la señal en contra a la entrada del pueblo.) Llenar vacíos y responder a carencias da sentido a su instalación, año tras año.

“La Barraka es un punto de encuentro para conocernos entre personas de diferentes edades y crear lazos intergeneracionales. Un espacio participativo plural y su objetivo es enriquecer al pueblo y dotarle de actividades que el Ayuntamiento no organiza, ni en fiestas ni durante el año. Así, intentamos dar ese salto cultural para ofrecer algo al pueblo, siempre reivindicacando que somos personas euskaldunas, feministas y participativas”, declara Gaizka Huarte, en representación del colectivo.

Añade que se echa en falta la comunicación y la colaboración con el Ayuntamiento. “Son habituales las trabas a lo que organizamos o sugerimos. Echamos en falta tener más facilidades para desarrollar nuestro programa y llevar a cabo nuestros actos”, dice.

El dinero que obtienen, recalca, ”se va a financiar los gastos del programa y a apoyar otras fiestas del año como Olentzero y carnavales para intentar reforzar actos de otros colectivos populares. Es nuestra mayor fuente económica. La Barraka no está diseñada para ganar dinero, si no para dar un servicio al pueblo”, reitera el joven.

Cartel contra agresiones sexistas. Marian Zozaya

Huarte es parte del colectivo formado por un grupo de entre 10 y 15 personas. “Cada una aporta la dedicación que puede. La gente se multiplica en verano Contamos con el compromiso y otras colaboraciones personales. Sin ellas, la Barraka no podría seguir adelante.Es el respaldo de la gente que le gusta lo que hacemos y nos aprecia. Estamos a gusto y creemos en el proyecto”, resume el joven.

Breve historia

La Irunberriko Barraka tiene su trayectoria. Se instaló en los últimos años 70 siempre en el mismo sitio, en la plaza de Los Fueros.

“Desde su origen, ha sido la respuesta a las inquietudes culturales y musicales juveniles, desarrolladas al margen del Ayuntamiento. Anteriormente, en fiestas la juventud organizaba bailes en el frontón y de ahí se pasó al montaje de la instalación” recuerda Inma Burguete. Añade que “partió de la gente joven alrededor de la candidatura de AMAIA (Agrupación Municipal de Ayuntamientos de Izquierdas Autonomista) con la finalidad de recaudar fondos para actividades culturales durante todo el año”.

Organizaban ,asimismo, las fiestas de San Isidro, Bost Kirol, teatro, conciertos como el de Oskorri, Ertzainak, Sonora Candela, pensado para dar visibilidad al proyecto Invernaderos de Esperanza en Nicaragua “Lo apoyamos con 250.000 pts. También la instalación de un poste para poder conectar ETB. La Barraka ayudó a la ikastola, al Zampanzar, en sus inicios, Calderos, Carnavales, a la Coordinadora de Itoiz, Insumisos, Gestoras y a una larga lista de colectivos., recuerda José Mari Larequi.

El 15 de agosto, con motivo del día de la Virgen, la Barraka organizaba un lunch para las personas mayores en la plaza del Kiosko,

Ambiente de apertura de la Barraka. Marian Zozaya

“Llegamos a sentar a más de 300 personas y todo se sufragaba con los fondos de la Barraka”, rLa Barraka se instaló en lo últimos años 70 y desde su origen, ha sido la respuesta a las inquietudes culturales y musicales de la juveniles, desarrolladas al margen del Ayuntamiento. Anteriormente, en fiestas la juventud en fiestas organizaba bailes en el frontón y de ahí se pasó al montaje de la instalación. “la iniciamos la gente joven alrededor de la candidatura de AMAIA (Agrupación Municipal de Ayuntamientos de Izquierdas) La finalidad era recaudar fondos para actividades culturales durante todo el año, además de las fiestas de San Isidro, Bost Kirol, conciertos, Oskorri, Teatro Los Cómicos de la Laguna , Ertzainak, Sonora Candela, organizado para dar visibilidad a un proycto en Nicaragua (Invernaderos de Esperanza, apoyaron con 250.000 pts, instalación de poste para poder conectar ETB...etc. Ayudas a la ikastola, Zampanzar, en sus inicios, Calderos, Carnavales, la Coordinadora de Itoiz, Insumimos, Gestoras….larga lista de colectivos.

El 15 de agosto, con motivo del día de la Virgen organizaban un lunch para las personas mayores en la plaza del Kiosko, “llegamos a sentar a más de 300 personas y todo se sufragaba con los fondos de la Barraka”, recuerdan….

Fiestas de 1982

En la memoria de la juventud de aquel año quedó grabado el intento de desmantelamiento por las fuerzas especiales de la Guardia Civil de Tafalla.

Carmelo Balda, concejal de AMAIA falleció ese verano en un accidente y decidieron colocar una placa en su recuerdo en la pared del frontón. “Estuvimos toda la tarde en la Barraka cantando y bailando enfrente de los guardias y al atardecer, bajamos a colocarla. La Guardia Civil la desmontó y se retiró de la plaza. Después seguimos con nuestra actividad”, recuerda Inma Burguete. Trabajábamos mucho, nos repartíamos los turnos por cuadrillas y/o colectivos. Una vez cerrada, limpiábamos y barríamos el atrio y toda la plaza, así que, después de hacer el turno de la noche del sábado, de 22 a 5 de la mañana, la cuadrilla , volvíamos a casa hacia las 8 de la mañana”.

Herri kirolak organizado por la Barraka. Marian Zozaya

En lo referente a las relaciones con el Ayuntamiento, reconocen que “siempre fueron un poco tensas y más en aquel contexto municipal después del primer Ayuntamiento democrático”.

También entonces, “para la juventud, la Barraka era un punto de unión y una ayuda para todas las actividades que se organizaban a lo largo del año”, recuerda José Mari, que llevó las cuentas desde 1986 hasta 1998, último año el que participó activamente.

La Irunberriko Barraka siempre ha sido una alternativa , Irunberriko Barraka Gure alternatiba, encabezaba el programa de 2001, año en el que hacía partícipe al pueblo del programa festivo que se editaba por vez primera en castellano y euskera, oficial y alternativo, con colaboradores y anunciantes que tomaban parte en esta iniciativa.

Emplazaba al Ayuntamiento “a que el próximo año estemos todos representados todos y todas y realmente nuestras fiestas sean la mejor manera de expresar con tolerancia el alma de Lumbier y de exaltar la hermandad y la participación popular”. Incluía consejos , como “utilizar el euskera también en fiestas, respetar los gustos y opciones sexuales, no a las agresiones sexuales…. reivindicaciones vigentes en la actualidad.

La vieja estructura se reformó en 1987 y este año estrena diseño de Eneko Lizardi, con los símbolos de las causas que se mantienen.

Esta noche, a patir de las 12.30 con el Azken Katu Dantza (ultima danza del gato) bajará la persiana y sumará un año más a su historia. La Barraka ha ido resistiendo y los sucesivos relevos que la han traído hasta aquí.